Enfoques y desenfoques en torno a la esencia del “séptimo arte”

Si, como dice Ceram, entre la cinematografía y el “film” no hay identidad, porque la cinematografía implica “aparato técnico” y porque el “film” es más que toda la cinematografía, es decir, que el “conjunto de aparatos”, parece que, cuando hablamos de cine, desbordamos completamente su infraestructura técnica. Es lo mismo que si dijéramos que el cine no se puede reducir a las técnicas del cinematógrafo porque son dos cosas distintas. Otra conclusión, para Ceram, estaría completamente desenfocada.

Pero la concepción de Ceram no va a misa más que en su parroquia, es decir, se corresponde con una definición dada en el contexto de otras muchas definiciones alternativas: su enfoque no pasa de ser el enfoque de un espejismo. El cine también ha sido vinculado con otras categorías: con las estructuras de la comunicación, como la televisión; con las formas del espectáculo, como el circo; con la representación, como la danza; con la dramaturgia, como el teatro; y, mucho más en general, con el arte, ocupando, al parecer, el séptimo lugar.

Lo que sí parece fuera de toda duda es que, entre “cinematografía” y “film”, cabría reconocer una relación de cononimia. Con todo, la pregunta persiste: ¿es la relación entre el film y la cinematografía una relación análoga a la que se supone entre infraestructura y superestructura?, ¿no se trata más bien de una relación entre la parte y el todo?, ¿el hecho según el cual nos encontramos ante distintas definiciones alternativas no indica la imposibilidad de llegar a una respuesta convincente y sólida?

Todo apunta a que el desbordamiento de la infraestructura técnica al que aludíamos hace unas líneas es, más que un desajuste mundano, subsanable más temprano o más tarde, una inconmensurabilidad gnoseológica y ontológica relativa a los límites de estas mismas categorías que, unas veces, se entienden como técnica, otras, como arte, pero también como comunicación y espectáculo, &c. Estamos, pues, en el terreno de la filosofía.

Lo que sea el cinematógrafo, es decir, la pregunta por la naturaleza del cine, ha sido formulada ya casi desde el mismo momento de lo que se ha considerado como su génesis; y tanto su formulación como los conatos de respuesta han obligado a salir de los campos categoriales (de la Historia, de la Sociología, de la Tecnología, de la Psicología, de la Física…) y a enfrentarse con las Ideas (Verdad, Apariencia, Técnica, Cultura, Mito, Espacio, Tiempo…) que los atraviesan sobrepasando su inmanencia. En esta lección de la Escuela de Filosofía de Oviedo, no se trata de formular una respuesta a una tradición que como dice Robert Stam se caracteriza por su vitalidad proteica. Nuestro cometido se limitará realizar una serie de comentarios sobre lo que, entendemos, constituyen ciertos enfoques y desenfoques contemplados desde la perspectiva del materialismo filosófico.

Marcelino Suárez Ardura, Director de cursos de la Fundación Gustavo Bueno, y autor del libro Filosofía de la Geografía, ha ofrecido en la EFO las siguientes lecciones: “Individualidad y personalidad de la geografía: dos respuestas” (21-22/nov/2011), “Cuestiones gnoseológicas en torno a las 'relaciones de las sociedades y el medio' en Geografía” (14/ene/2013), “Novedades, giros y alternativas en Geografía” (21/abr/2014), “El Reino de Artemia. La idea de cultura en Baltasar Gracián” (20/abr/2015), “Geografía y globalización: la idea de globalización en Milton Santos” (1/feb/2016), “Fundamentalismo y educación, a propósito de Cultura Científica” (28/nov/2016), “Arquitectura y Filosofía en Erwin Panofsky” (9/abr/2018), “Filosofía del Quijote” (12/nov/2018), “Filosofía de la Geografía” (2/dic/2019), “Sobre Del rigor en la ciencia de Jorge Luis Borges” (25/ene/2021), “Sobre A la zaga de Eric Hobsbawm” (22/mar/2021), “Precisiones acerca de la distinción entre gnoseología y epistemología en el Materialismo Filosófico” (14/nov/2022), y “Ciudad y Estado en el materialismo filosófico” (22/ene/2024).

 
Escuela de Filosofía de Oviedo