Gustavo Bueno departió con la "mafia" de forma muy animada.

¿Qué hacen los dos protagonistas más famosos de «Gran Hermano» con un filósofo de la talla de Gustavo Bueno? ¿Qué hace un pensador como Bueno con dos jóvenes concursantes de un programa como «Gran Hermano»? El original encuentro tuvo lugar en Llanes y fue una idea del filósofo para corroborar su opinión sobre Iván Armesto, su favorito desde el principio.

La visita de Ismael e lván a Asturias el pasado fin de semana no se limitó a asistir a las fiestas de Cimadevilla. Al día siguiente, es decir, el sábado pasado, los dos concursantes más famosos del programa Gran Hermano, tenían una cita con el pensador Gustavo Bueno, el filósofo que con sus planteamientos rompió buena parte de los esquemas de muchas mentes pensantes que se lanzaron a la crítica feroz contra el espacio de Telecinco en cuanto este «puso un pie» en escena. Bueno quería conocer a la pareja formada por Ismael e Iván, pero sobre todo, a éste último porque le consideró desde el principio «el más racionalista y solidario y el hombre que acabó con la competencia interna de la casa desde que formuló la idea de los pactos».

Ismael, Olga, Bueno y señora, Iván y Sharon, en la casa que el filósofo tiene en Niembro.

A las doce del mediodía, llegaban a la sede de la Fundación Gustavo Bueno, un Iván, «encantado con la idea de conocer al prestigioso profesor», y un Ismael, que no sabía muy bien adónde iba, pero que acompañado de su inseparable Olga, pronto se aclimató a la situación.

Tras el recorrido por las instalaciones de la Fundación, donde les fueron explicados los objetivos y las actividades que esta institución lleva a cabo, los tres jóvenes fueron invitados a conocer la casa de Bueno, en Niembro.

«Para mí este encuentro fue más gratificante que si me presentan a la mismísima Claudia Schiffer», recuerda Iván Armesto. Para Sharon Calderón, responsable de ediciones de la Fundación, uno de los aspectos más sorprendentes de esta actividad fue que «lván y Bueno parecían conocerse de siempre».

El peso de la fama

Bueno y Armesto, en Llanes.

A los acompañantes del profesor, entre los que se encontraba Gustavo Bueno hijo, y otros familiares, les llamó la atención la habilidad de Iván e Ismael para manejarse entre la multitud de personas que pronto les reconocieron. «Una cosa es contarlo y otra verlo. Los dos manejan a la perfección la popularidad de la que gozan, la soportan con paciencia y saben disfrutarla. Es más, una de las anécdotas más llamativas tuvo lugar en La Montaña Mágica (complejo hostelero rural, propiedad de uno de los hijos de Bueno, en el que pernoctaron los invitados). En una reunión, dos de los presentes no tenían ni idea de quiénes eran Iván e Ismael. Se sorprendieron tanto que no se lo podían creer, pero es que además se mostraron encantados con la idea de ser, de nuevo, dos desconocidos», explica Sharon Calderón.

Pero el encuentro entre Gustavo Bueno, Ismael e Iván, que se desarrolló casi como una reunión de familia, tenía otros objetivos. El filósofo prepara un libro sobre la televisión por lo que estaba muy interesado en conocer de cerca a dos personajes de uno de los programas más controvertidos de los últimos tiempos y, la cosa no se queda en eso, porque la Fundación baraja la posibilidad de poner en marcha un nuevo programa televisivo para el que contaría con la presencia del tándem astur-gaditano. Se trata de un proyecto sobre el que, de momento, no se puede especificar más, pero que supondrá, seguro, un revuelo para el medio televisivo. «A Bueno no le gusta descolgarse de la realidad y analizar un programa que llegó a colocar frente a la televisión a 14 millones de españoles es acercarse, como mínimo a una interesante parte de la realidad», dice Sharon.