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Escuela de Filosofía de Oviedo

Tomás García López

La destrucción de La destruición de las Indias
Tratamiento materialista de la polémica escolástica De Indis

13 de enero de 2025


cartel

Esta lección es continuación de la que impartimos en los trigésimos Encuentros de Filosofía de Almagro con el título “Fundamentos escolásticos de la Hispanidad”, que por imperativos temporales quedó inacabada.

Siguiendo con  los presupuestos de aquella exposición, remarcamos el carácter plural del sintagma, pudiéndose constatar la naturaleza omnilineal de los fundamentos ensayados por nuestros escolásticos a la hora de justificar el Descubrimiento, la Conquista y el Poblamiento de América efectuado por los descubridores, conquistadores y repobladores españoles.

En efecto, si el dominico Fray Bartolomé de Las Casas (1484-1566) trató de fundamentar éticamente la conquista española y posterior convivencia con los indígenas descubiertos, solicitando ardorosamente a la Corona española, en su Brevísima relación de la destruición [del latín destructio, -onis;] de las Indias, un cambio drástico en la manera de tratar a los indios con el fin de evitar lo que él entendía por destrucción (en la cubierta de la edición del año 1552, el título aparecía con la siguiente grafía: BREVISSIMA RELACION DE LA DESTRVYCION DE Las Indias: colegida por el obiꭍpo don Fray Bartolomé de las Casas, ò Caꭍaus, de la orden de Santo Domingo, Año 1552), así como en las audiencias mantenidas con Fernando el Católico y el Cardenal Cisneros; por su parte, el también dominico Antonio de Montesinos (†1526) enfatizó más en una fundamentación jurídico-moral de la conquista y la convivencia, participando activamente en la redacción de las Leyes de Burgos (1512) que tenían por objeto establecer las relaciones apropiadas entre los españoles y los indios, con independencia de que la preocupación por la “integridad ética” de los indios estuviera continuamente presente.

En otra línea filosófica, diametralmente opuesta al Cristianismo ético-moral de Bartolomé de las Casas y Antonio de Montesinos, el capellán e historiógrafo de Carlos V, Juan Ginés de Sepúlveda fundamentó la conquista y la “re-población” de América, llevadas a cabo por los españoles, desde una antropológica aristotélica, derivada de su teoría política de la esclavitud; no en vano como gran humanista que fue, alineado en la corriente aristotélico-renacentista, hizo magnificas traducciones latinas de las obras de Aristóteles –La Política, entre ellas– con la aprobación de insignes figuras como Pietro Pomponazzi (1462-1525) o Tomás Cayetano (1469-1534).

A Domingo de Soto (1492-1560) le tocó mediar en esta polémica De indis [“Aquí se contiene una disputa o controversia”… decía el Obispo de Chiapas en 1512] entre sus correligionarios dominicos como el Padre de las Casas y el capellán de Carlos V, que consiguió de éste la convocatoria de las Juntas de Valladolid (1550 y 1551) para hacer valer sus tesis aristotélicas. Pero la concordia entre el confesor (Domingo de Soto) y el capellán (Ginés de Sepúlveda) de Carlos V no fue posible, como tampoco lo fueron otras polémicas entre escolásticos como la mantenida entre el dominico Domingo Báñez (1528-1604) y el jesuita Luis de Molina (1535-1601), conocida como la polémica De auxiliis.

Pues bien, para salir de la encrucijada en la que Las Casas y Sepúlveda metieron al Pensamiento cristiano español del siglo XVI en lo tocante a la cuestión antropológica De indis, hemos recurrido a las Relecciones sobre los indios y el derecho de guerra del dominico Francisco de Vitoria (1483-1546) por contener este escrito una resolución armada y funcional que nos saca de la controversia, aunque  dicha resolución contenga “armónicos teológicos”, que nosotros hemos apreciado desde una lectura “invertida de la Teología” respecto a la que hemos visto ejercitada por Fray Bartolomé de las Casas; pues si la Teología de éste se mueve en la más pura tradición medieval de la via remotionis que debe seguirse del comportamiento irresponsable de algunos cristianos que usaron el “nombre de Dios en vano” para reorganizar la convivencia entre españoles e indios, el Padre Vitoria no nos habla “de Dios desde el Nuevo Mundo” como hace Las Casas, sino que se ocupa de los pormenores mundanos de carácter circular (comunicación, amistad, alianza, matrimonios mixtos, nacimiento de hijos, tiranía de los bárbaros, antropofagia…), pero también de naturaleza radial (bienes materiales, comercio…), o de índole angular (evangelización, idolatría…), que van llegando a España de aquel descubrimiento, de aquella conquista y de aquella repoblación desde un Deus Charitas est infinito, inagotable, inconmensurable, además de justo, ecuánime y conciliador.

Constatamos, además que la aportación de Francisco de Vitoria a esta polémica De indis está ejercitada y representada desde una potente construcción noetológica ya que nos ofrece un penetrante juego de contraposiciones, que llama “títulos ilegítimos y títulos legítimos” por los cuales los bárbaros del Nuevo Mundo pudieron venir a depender de los españoles en el primer caso, o pudieron venir los bárbaros al dominio de los españoles en el segundo de los casos, para salir dialécticamente al paso sobre la cuestión de la utilidad o inutilidad de seguir manteniendo la disputa o controversia De indis, rematando este círculo noetológico con una resolución armada y funcional, a la que llega tras sopesar el alcance de los títulos enfrentados. Esta resolución es el derecho de Guerra de los españoles en los bárbaros.

Y es en el análisis de los “Títulos legítimos por los cuales pudieron venir los bárbaros al dominio de los españoles” en donde nosotros vemos la verdadera Destrucciónde la destruición de las Indias” de Bartolomé de las Casas, y no en el Demócrates, sive de justi belli causis del aristotélico Juan Ginés de Sepúlveda.

El sintagma “la destrucción de la destrucción” fue utilizado por el aristotélico Averroes contra el místico de la ortodoxia islámica Algazel (1058-1111) por tratar de suprimir la Filosofía en su obra La destrucción de los filósofos (Tahafut al-falasifa). Acaso puedan encontrarse algunas analogías de atribución ente Averroes (1126-1198) y Ginés de Sepúlveda (1490-1573) por su condición de aristotélicos, pero téngase en cuenta que en el aristotelismo del justi belli causis de este último está incorporada la “metafísica humanista” propia del Renacimiento, cosa que no puede darse en El libro del Yihad de Averroes, capítulo decimo de su escrito jurídico Bidaya (1168). O dicho de otra manera que los términos destrucción y guerra no son unívocos, pues hay muchas maneras de destruir y hasta seis tipos de Guerra, según el Materialismo filosófico.

A lo largo de esta exposición de Historia filosófica de la Filosofía española del siglo XVI, haremos aplicaciones oportunas de la Teoría del Descubrimiento de Gustavo Bueno (“La teoría de la esfera y el descubrimiento de América”, El Basilisco, nº 1, 1989) y de Mapología (Gustavo Bueno, “El mapa como institución de lo imposible”, El Catoblepas, nº 126, 2012).

Hemos creído conveniente incluir en esta polémica De indis algunas consideraciones, contenidas en la obra del jesuita Francisco Suárez (1548-1617) Guerra, Intervención, Paz internacional. Nos referimos a la cuestión que plantea en el capítulo cuarto de la segunda parte del libro: ¿Pueden ser obligados los infieles a abandonar sus errores y falsos cultos? , en la medida en la que Ginés de Sepúlveda y Francisco de Vitoria vuelven a ser confrontados.

[Imagen del cartel: Juan Lepiani (1864-1932), “La captura de Atahualpa” (≈1920-1927).]

 
Tomás García López, La destrucción de La destruición de las Indias - EFO 353 (4h 47m)

13 de enero de 2025

 
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