Escuela de Filosofía de Oviedo
José Ramón Bravo
La idea de Europa y el (neo)fascismo
8 de enero de 2024
El término «Europa», omnipresente en el espacio público-mediático contemporáneo, pareciera designar una suerte de idea-tótem transversal a todo el espectro político y partidista. No ha de extrañar que, así como el vínculo entre el europeísmo y el racialismo es tabú en la cultura política actual, también lo sea la estrecha relación histórica entre la idea de Europa como unidad y el proyecto último de los fascismos.
Sin dejar de reconocer lo confuso de esta categoría, cabe considerar el fascismo como un producto típico de la Modernidad contemporánea, y sus orígenes (prefascismo) hay que buscarlos en la génesis del Estado moderno-liberal; de ahí sus características modernistas, radicales y revolucionarias, y su desprecio del Antiguo Régimen, más allá de elementos pretendidamente tradicionalistas de su discurso. Junto a ello, la idea de la Europa moderna ha sido una constante en las doctrinas y programas fascistizantes. El pensamiento euro-federalista moderno (nacionalismo europeo) fue central en la justificación del expansionismo nazi-fascista en base a una visión de Europa como civilización superior y comunidad de destino, concepción compartida por el progresismo europeísta. Pese a su retórica patriotera, fascistas y nazistas coincidían con los liberal-demócratas en que los Estados modernos, anacrónicos e ineficientes, estaban llamados a disolverse en una unidad europea, dirigida por Alemania. Fueron teóricos nazis quienes elaboraron los planes más detallados para la integración económica, y luego política, de Europa, básicamente equiparable a la actual Unión Europea. El proyecto de una unión política en conexión con principios modernizantes y colonial-supremacistas asociables a los fascismos conserva su vigencia en el europeísmo contemporáneo, al margen de la potencia material de su realización. En todo caso, la práctica de la política real ha llevado a instrumentalizar el totalitarismo europeísta con el fin de consolidar la única hegemonía verdaderamente existente y posible: la anglo-norteamericana. El principio del totalitarismo al servicio de un proyecto político «moderno» —más apropiadamente: industrialista-colonialista— es de donde proponemos partir para analizar el fascismo y sus modulaciones actualizadas, que agruparíamos con el término neofascismo(s).
Continuando con nuestra crítica de Europa que ya iniciamos en Europeísmo y racialismo, y apoyándonos especialmente en el análisis del mito de la Cultura de Gustavo Bueno, en esta exposición nos apartaremos de la teoría política contemporánea por su insuficiencia explicativa; buscaremos deshacer en lo posible el confusionismo vigente en base a términos contrapuestos (renovación vs innovación, realismo vs idealismo, comunitarismo vs colectivismo, &c.); propondremos una conceptualización ampliada de la especie fascismo; y destacaremos la necesaria relación histórica y actual entre fascismo e idea de Europa, concepción sublimada y mitológica, envuelta además en la idea mítica de Democracia y que opera directamente en contra de todo proyecto de articulación panhispánica.
José Ramón Bravo García, licenciado en Derecho por la Universidad de Barcelona (España) y máster en Economía Política Internacional por el King’s College London (Reino Unido), autor de Filosofía del Imperio y la Nación del siglo XXI. Ensayo sobre el problema político de las Españas y las Rusias (Pentalfa, Oviedo 2022), ha ofrecido en la EFO las lecciones «El problema político de las Españas y las Rusias» (14 octubre 2019), «Europeísmo y racialismo» (10 enero 2022), y «Los Borbones y el Imperio generador del siglo XVIII» (15 mayo 2023).