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Pascual Madoz, Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España… (Madrid 1846, tomo 5, páginas 304-310)

 

Calzada (Santo Domingo de la)

Ciudad con ayuntamiento cabecera de del partido judicial de su nombre; y de la diócesis unida con Calahorra, en la provincia de Logroño (8 leguas), audiencia territorial y capitanía general de Burgos (21 y 1/2)

Situación y clima

Se halla situada en una hermosa vega llana y despejada a muy corta distancia de la orilla derecha del río Oja, vulgarmente llamado Glera; al mediodía de Bilbao y Haro, al Este de Burgos y Belorado; al Norte de Ezcaray, y al Oeste de Logroño y Nájera: pocos paisajes presenta la naturaleza, cuya lontananza ofrezca a la vista gozar tan cumplidamente más grata, variada y pintoresca perspectiva: la combaten principalmente los vientos de O. y N., en especial este último que la azota fuertemente en algunas primaveras: se padecen afecciones pulmonares ocasionadas generalmente por este aire, conocido en el país por serranillo, por atravesar una sierra que se encuentra en dirección al mediodía.

Interior de la población y sus afueras

Tiene en el casco de la ciudad y sus tres arrabales 740 CASAS, generalmente de un piso, aunque hay algunas de dos y tres, y desván, con buenas fachadas y distribución interior; tres calles bastante rectas que la atraviesan de E. a O., y otras tantas de N. a S.; aquellas bien empedradas y con aceras desde 1839 y 40 y todas limpias, 3 plazas y una plazuela. La primera de estas llamada del Mercado o de la Constitución, es muy grande, por habérsele agregado la mitad del solar que ocupaba el palacio del obispo, habiéndose destinado el resto a paseo arbolado: ocupan el frente N. las casas consistoriales muy bonitamente adornadas por dentro y fuera, y el E. la cárcel pública, con la sala de audiencia del juzgado de primera instancia, pues la cárcel de corona, que también se hallaba en dicho costado, fue derruida en 1822 por perjudicar a la fortificación que se hizo en aquella época. La plaza Nueva o de la Verdura, porque en ella se vende este artículo y toda clase de frutas, colocándose también las tiendas de quincalla en los días de mercado y ferias, tiene soportales en los lados S., E. y O.; forma un cuadrilongo que se prolonga 100 varas de N. a S., por 40 de E. a O., y encierra la casa del marqués de Ciriñuela, en la que estuvo la administración de rentas desde 1832 hasta que se trasladó a Logroño, y 2 filas de árboles que dejan en medio un hermoso paseo, formado en 1841. La del Santo, así llamada por dar frente a la portada principal de la catedral, que lleva este nombre, tiene en el lado S. la ermita de Ntra. Sra. de la Plaza; y por último, la plazuela de las Monjas, de muy poca extensión, está formada en 2 de sus costados por el convento de Bernardas.

La policía urbana es esmerada, contribuyendo mucho el celo de los vecinos a la limpieza que se advierte, y establecido el Servicio de serenos por los años 1828, se ha ido mejorando el alumbrado, hasta haber colocado en 1839 hermosos faroles de reverbero: también trabajan para el aseo de la ciudad los presos de la cárcel sentenciados a obras públicas. Hay una escuela de niños dotada por el ayuntamiento con 400 ducados al año y 5 reales diarios para el pasante, a la que concurren 150 alumnos, que aprenden además de la lectura, escritura y aritmética, doctrina cristiana, gramática castellana e historia; y otra de niñas, a cargo de las hermanas de la Caridad, sostenida igualmente por el ayuntamiento.

Antiguamente existió un hospital llamado de Peregrinos, fundado por el Santo patrón de esta ciudad, cuya primitiva institución tuvo por objeto el dar asilo a los que fueran a visitar el sepulcro del apóstol Santiago. A la muerte de dicho santo le dejó todos sus bienes, e imitando la misma generosidad otros varios bienhechores, a fin de acrecentar sus rentas, se distinguieron muy particularmente entre ellos D. Domingo Méndez Gallego y su mujer Doña Andrea de Lara, que unieron una obra pía que mandaron fundar para pobres enfermos de la ciudad en 28 de abril de 1735. Por efecto de esta unión dejó de ser este piadoso establecimiento hospital de peregrinos y pasó a serlo de pobres indigentes: para este fin se celebró una concordia entre ambos cabildos y el patrono de la mencionada obra pía, el 14 de junio de 1739.

Verificada esta, se fundó una capellanía por D. Antonio y Doña Teresa Castro y Cisneros, con el objeto de proporcionar los auxilios espirituales en el mismo edificio: donando para esto varias fincas al religioso administrador que cuidase de su desempeño. Poco después el consejo de Castilla aprobó sus ordenanzas en 13 de febrero de 1789, y mas tarde, en 1830, fueron notablemente reformadas, en atención a haber encargado de la enseñanza de una escuela de niñas a las hermanas de la Caridad, que antes solo lo estaban del cuidado interior del establecimiento. Con este motivo se celebró una nueva concordia entre el visitador general de las hijas de la Caridad del instituto, y el comisionado de la junta del hospital, la cual fue aprobada por el mismo Consejo de Castilla en 23 de noviembre de 1831. En su consecuencia se formaron nuevas ordenanzas que fueron aprobadas, en 7 de diciembre del mismo año.

El edificio era hermoso y surtido de todo lo necesario para atender a sus necesidades, habiendo aseo, buen orden, perfecta asistencia, método y adelantos en su escuela; pero sin embargo se imprimía en ella cierto espíritu de asociación, que la junta de educación del partido creyó no era muy conveniente para formar madres de ciudadanos, cuya base de educación fuera la más perfecta moral: concurrían a dicha escuela 50 niñas menores de 10 años, y 40 mayores de esa edad y recibiendo el hospital para esta enseñanza 2.200 rs. anuales que daba el ayuntamiento procedentes del arbitrio de 4 mrs. en libra de pescado fresco. Las rentas del antiguo hospital que han pasado ahora al nuevo, importan 54.829 rs. 26 mrs.; el coste de los empleados del mismo, 10.599, rs. y el total en el año común del quinquenio que finalizó en 1832, presupuso 52.497 rs. 27 mrs.; e igual cantidad se señaló para el de 1839. Dichas rentas consisten en heredades, censos y arbitrios impuestos por la ciudad.

La casa de Caridad o Misericordia, sita en el mismo edificio donde se halla el hospital, como se ha dicho, fue establecida por algunas personas caritativas, así seculares como eclesiásticas, previa autorización del Consejo de Castilla en 31 de agosto de 1778. Sus rentas consisten en 203 fanegas, 10 celemines de trigo; 153 fanegas, 2 celemines de cebada, que se cobran anualmente, como producto de las heredades que tenía la suprimida cofradía agregada por real orden a este establecimiento. Con estas rentas que ascienden como a 11.000 rs. y las limosnas que dan personas bienhechoras, se alimentan sobre 70 pobres de ambos sexos que no pueden trabajar, ni ganar para sí y su familia lo necesario para su subsistencia. Los estatutos o constituciones que le rigen, son los mismos mandados observar al tiempo de su fundación. Habita en esta casa el secretario de la junta directiva que ejerce funciones de administrador y celador, para lo cual percibe el sueldo de 100 ducados anuales. El presupuesto de los demás empleados ha sido reducido considerablemente, de modo que el gasto total en el quinquenio que finalizó en 1832 ascendió solamente a 11.154 rs. 26 mrs.: el déficit fue de 473 rs. 19 mrs. anuales, por el aumento de valores de los frutos. El presupuesto de 1839 fue de 13.504 rs.

Habiendo accedido el Gobierno a una solicitud del ayuntamiento para que se le cediese para establecimiento de beneficencia el antiguo convento de San Francisco, de que haremos mérito, se ha hecho en él un hospital lujoso y cómodo, hospicio para niños huérfanos, escuela de niñas, habitación para las hermanas de la Caridad, que corren con la dirección de estos tres institutos, y otra escuela para niños. Queda todavía mucho local que se cree se utilizará regularmente para colegio de señoritas a cargo de las mismas hermanas. Concluidas todas las obras se verificó la traslación del hospital y casa de Misericordia a dicho edificio en 26 de julio de 1840.

En esta ciudad hay 2 causas pías, una para casar doncellas de hijosdalgo, fundada por D. Mateo Palacios, y otra para casar doncellas huérfanas, y ambas han recibido una disminución considerable en su renta. Además de las escuelas mencionadas, hay otra de primeras letras dotada con 4.400 rs.; que se pagan del mismo arbitrio que la pensión de la maestra en la actualidad a las hermanas de la Caridad o sea al citado hospital de Peregrinos: concurren a ella sobre 80 niños menores de 10 años y 35 mayores de esta edad. El edificio donde se encuentra, es sumamente reducido para la capacidad de tan crecido número de alumnos, por cuya razón es indispensable hacer en él algunas mejoras.

Hay además una escuela particular para niñas, y una cátedra de latinidad, de la que es patrono el cabildo catedralicio, la cual está dotada con 160 fanegas de trigo del fondo que anualmente deben satisfacer las fábricas de las parroquias, bajo la denominación de pilas, con una pequeña retribución que percibe el maestro, de los cursantes. Para probar que la instrucción pública en esta población está más adelantada que quizá en ninguna otra de España, bastará con manifestar que saben leer 1.600 hombres y niños y 504 mujeres y niñas, habiendo entre los primeros 1.510 que además saben escribir y 401 de las segundas. Este cálculo aproximado en una ciudad que no cuenta según los datos oficiales, mas que 800 vecinos, o sean 3.447 habitantes, [305] como se comprobara al presentar los estados de instrucción pública de la provincia en general, resulta la proporción muy aproximada de que saben leer, de los primeros por cada 2 y 1/8 uno, y por cada 3 y menos de 1/2 de las segundas otra: cuyo resultado se ve comprobado, en lo que hemos indicado arriba acerca del estado de la instrucción en esta ciudad.

Se surte esta de aguas para sus necesidades domésticas de una fuente que hay en el arrabal nombrado de la Puebla, de buena calidad, la cual tiene un abrevadero para los ganados con un pilón cubierto destinado a lavar la ropa; sin embargo sus vecinos se proveen de la de los pozos que casi todas las casas tienen, prefiriéndola por más pura y delicada, pero que por su extremada frialdad, ha dado lugar a sospechar si tal vez contribuye bastante a las dolencias de pecho que tan comúnmente se desarrollan.

La catedral que es iglesia parroquial a un mismo tiempo se halla situada en el centro de la ciudad con corta diferencia; es un edificio sólido donde se observan diferentes órdenes de arquitectura, según los tiempos en que se fue aumentando o componiendo; pero prevalece generalmente el gótico: entre las muchas preciosidades que contiene, debe ocupar el primer lugar el sepulcro de Santo Domingo patrón de este obispado y fundador de esta ciudad, de su hospital y catedral. El mismo Santo fue el que 7 años antes de su muerte, hizo labrar su sepulcro de piedra, y posteriormente en el año 1440, el Ilmo. Sr. D. Diego López de Zúñiga, obispo de esta diócesis, de la familia de los Señores condes de Cidamón y Montalbo, hizo construir sobre él a sus expensas un suntuosísimo mausoleo de alabastro que por su belleza admira a cuantos inteligentes y curiosos le contemplan. En su frente se halla el altar del Santo sobre el referido sepulcro, todo cerrado con una puerta y reja de hierro hermosísima y muy costosa, dorada, pintada de diversos colores, y embellecida con diferentes adornos en su remate, y fijada sobre un zócalo de un precioso mármol azul.

A la entrada del claustro a mano derecha, próximo a la sala capitular, está incrustado en la pared un bajo relieve que representa una mesa, sobre la cual se ve una urna cineraria y un crucifijo, y a sus costados dos sacerdotes revestidos y postrados en actitud de orar; todo lo que se percibe por la portada de un antiguo castillo donde está metido. En esta urna es donde se halla depositado el corazón y entrañas del rey Don Enrique II de Castilla, hermano de D. Pedro el Cruel, muerto en esta ciudad a 29 de mayo de 1379, después de haber hecho las paces con el rey de Navarra. Encima del citado arco en la pared del costado derecho se ven dos escudos con las armas de España.

En la capilla de Sta. María Magdalena está el sepulcro de D. Pedro Carranza, proto-notario apostólico y maestre-escuela de la catedral de Burgos, que edificó dicha capilla cerrándola con puerta y reja de hierro de un mérito extraordinario, y murió sobre el año 1539; su busto es de piedra colocado en un sepulcro, vestido con traje clerical y recostada la cabeza sobre almohadas con un perro a sus pies: existe en la pared, del arco del lado del evangelio, y junto a él esculpido en piedra el misterio de la Asunción de María Santísima. En la capilla de San Andrés, perteneciente al mayorazgo del Sr. Tejada, regidor perpetuo que fue de esta ciudad con título de alguacil mayor, se halla al lado de la epístola, el sepulcro de Don Fernando Alonso de Valencia, canónigo que fue de esta catedral, fundador de dicha capilla; murió en 1522 y sobre su sepulcro está colocado el busto de piedra, bien labrado y vestido con los ornamentos sagrados, y al frente están esculpidas sus armas. En la misma capilla y frente del altar se ve otro sepulcro, donde está sepultado D. Juan de Valencia, canónigo que fue de esta Santa iglesia; de la misma familia que el anterior, hallándose su busto revestido con los mismos ornamentos sacerdotales. En la capilla de Sta. Teresa, que antes se llamaba de San Juan Bautista y San Martín, de que es patrono el Sr. marqués de Ciriñuela, regidor perpetuo que fue antiguamente de esta ciudad con el título de preeminente y alférez mayor, existe en medio de ella un panteón de piedra adornado de varias figuras de relieve perfectamente ejecutadas, cercado de reja de hierro con 4 hacheros en los 4 ángulos para colocar los cirios: en él está sepultado D. Pedro Joarez de Figueroa, Sr. de la villa de Cuzcurita, de la familia de los duques de Frías y condes de Haro: murió en 13 de noviembre de 1418: encima de la lápida sepulcral se halla su busto de piedra de cuerpo entero, vestido de militara al uso de aquel tiempo, primorosamente labrado. En la misma capilla y en el arco más próximo al altar, se halla el sepulcro de D. Pedro González de Sto. Domingo y Samaniego, corregidor que fue de Vizcaya y de las Encartaciones, fundador de uno de los mayorazgos que actualmente goza el Sr. marqués de Ciriñuela; que murió sobre el año de 1446: encima de su sepulcro está su busto de cuerpo entero, vestido con el hábito de togado, con un libro abierto en las manos y a su cabeza otros dos de a folio cerrados: a su derecha está el busto de su mujer Doña Juana Fernández, también vestida con el traje de aquella época, que murió antes del año 1454. En la parte del frente del altar de la referida capilla, está colgada una antiquísima bandera como insignia del título de alférez mayor perpetuo de esta ciudad, que se concedió por S. M. en 8 de agosto de 1566 a D. Francisco de Ocio, teniente de la compañía de hombres de armas de las Guardia viejas de Castilla, marido de Doña Leonor de Mendoza, cuyo mayorazgo y títulos posee en el día el mencionado Sr. marqués de Ciriñuela. De algunos sujetos de la familia y ascendientes de dicho Sr. marqués, hay también algunos sepulcros. Se ven además dos estatuas de piedra frente al altar, una de hombre y otra de mujer en actitud de hacer oración, hincadas de rodillas sobre ricas almohadas puestas las manos con los dedos entrelazados, y pendientes de ellas un rosario.

Tenía esta catedral 2 órganos que se quemaron en la noche del 24 de diciembre de 1825, con la mitad de la preciosa sillería del coro: se ha repuesto esta bajo el mismo gusto que la otra mitad por cuenta del cabildo, ejecutando la obra D. Francisco Martínez de Hidalgo, vecino de esta ciudad, y su padre y un hermano vecino de Peña-cerrada. Se construyó un magnífico órgano por cuenta también del cabildo con dos teclados ejecutado por el organero D. Juan Monturus, vecino de la Puebla de la Barca: la caja fue diseñada por D. Manuel Faustino de Velasco, ejecutada por D. Severo Corral y pintada y dorada por D. José Mazón, vecino de esta ciudad. La efigie del patrón Sto. Domingo, esculpida en madera y perfectamente pintada, sería una de las buenas piezas en su clase, si no tuviese el defecto de ser chiquita, pues su altura no excede de 3 palmos, y es la que figura en las procesiones públicas, llevada en hermosas andas de plata, que por su gran magnitud desdice de la pequeña talla del Santo; en su capilla se hallan otros adornos de plata.

Tiene la catedral hermosos y bien bordados ornamentos, regalados varios de ellos por su antiguo doctoral D. Bonifacio Todosantos, canónigo de Toledo. Abundaba en alhajas de plata bien labradas, pero casi todas fueron conducidas a Logroño por orden superior en 1836, y entregadas en pago de haberes a las tropas y proveedores del ejército en 1837. La Virgen del Rosario que está detrás de la capilla del Santo en el altar de su nombre, fue esculpida por D. Ángel Monasterio, natural de esta ciudad, muerto en el río de la Plata como jefe de los insurgentes: es de mucho mérito y de un tamaño natural.

El cabildo se componía de un maestre escuela, presidente, 2 arcedianos titulados uno de Bilbao y otro de Calzada, las cuatro sillas de oposición, a saber: Magistral, Lectoral, Doctoral y Penitenciario, que poseían canonjía entera: 4 canónigos de igual clase y 8 medios o racioneros, que se proveían por el rey, el obispo o el cabildo, según el mes en que vacaban: 16 capellanes del número, y 2 curas párrocos que asistían a las funciones catedrales. Una capilla bien surtida de músicos de voz e instrumentistas. En el día se halla reducido a dicho presidente, las 4 sillas de oficio, Arcediano de Calzada, 2 canónigos y 5 racioneros, los dos curas párrocos y 12 capellanes. Se hacen muy solemnemente las funciones de iglesia, tanto en Semana Santa como en Corpus y octava &c.; pero sobre todo y con particularidad, las del patrón Santo Domingo, que duran 4 días: estas son muy concurridas de toda la comarca por su celebridad. Hay 2 sacristías, la una para el servicio de la catedral, dirigida por los sacristanes sacerdotes y 5 acólitos: la otra situada en los claustros para los capellanes del número, y servida por un sacristán lego y 2 acólitos.

La torre está edificada a 40 pies de distancia al S. de la catedral, pasando la calle Mayor por entrambos edificios: tiene de base 30 pies en cuadro y 248 de elevación: el cuerpo de campanas está en su mitad formando un octógono; se compone el campanario de 4 campanas grandes, 2 pequeñas y la del reloj, todas de hermoso sonido y hábilmente manejadas, de modo que agradan mucho en las festividades: fue edificada en 1762 a expensas del Illmo. Sr. Porras, obispo de Calahorra y La Calzada, durando su ejecución 5 años. [306]

Hacia el año de 1098 el rey D. Alonso el VI hizo donación a Santo Domingo de un sitio para edificar la iglesia, ayudando el rey con sus propias manos a dicho Santo a colocar la primera piedra: en 1105 se concluyó la obra, a la que ayudó eficazmente San Juan de Ortega. Se dedicó al Salvador y a María Santísima en el misterio de la Asunción, colocando en el primer cuerpo del altar mayor al Salvador, y en el segundo a la Asunción. La consagro D. Pedro Nazar, obispo de Calahorra y Nájera en 1106.

En 1168 el rey D. Alonso hijo del D. Sancho el deseado, a instancia de D. Rodrigo de Cascante, obispo de Calahorra y Nájera, mandó ensanchar la iglesia a fin de que cogiera dentro de ella el sepulcro de Santo Domingo; pusieron la primera piedra entre los dichos rey y obispo. En 1180 se trasladó a esta iglesia la catedral de Nájera que a la sazón ocupaba la pequeña iglesia llamada Santiago de aquella ciudad, sita entre el castillo de la Mota y las peñas, quedando después ermita con vestigios de lo que fue, y al presente enteramente arruinada. En aquella época no estaba concluida la obra de esta catedral, aunque se celebraban los oficios divinos; pero desde entonces los clérigos de Santo Domingo se titularán canónigos.

En San Juan de Letrán a 15 de enero de 1227, el papa Honorio III concedió una bula a petición del obispo de esta diócesis D. Juan Pérez, facultando la traslación de la silla episcopal desde Calahorra a la Calzada, en razón de los padecimientos que entonces sufrían en aquella ciudad por las guerras de los reyes de Castilla, Aragón y Navarra, de lo mal sano del terreno y por la inconstancia del clima. Gregorio IX concedió breve a 27 de noviembre de 1228 para el mismo objeto que la bula anterior, por petición del dicho Sr. obispo que la fundó en los propios motivos; y a pesar de la oposición de algunos canónigos de ambas catedrales, la traslación de la silla episcopal se verificó y se hallaba efectuada en 1232. En 1235 se realizó la unión de las dos catedrales de Calahorra y la Calzada. Hecha dicha unión, la catedral cedió el señorío de la villa y tributo llamado de encense, al rey D. Fernando a 20 de abril de 1250: y el 29 del mismo mes y, año, el citado rey traspasó a la villa de Santo Domingo el expresado tributo. En 14 de enero de 1259 en Vitoria, el rey D. Alonso y la reina Doña Violante concedieron privilegio a las dignidades, canónigos y capellanes de la catedral de Santo Domingo, para que no pagasen tributos reales. En Burgos a 1.º de diciembre de 1270, el rey D. Alonso X confirmó a esta iglesia el hospital de Sta. Cruz de Carrasquedo Rubio, que con todas sus heredades en término de Grañón la había donado el rey D. Alonso IX.

El papa Nicolás III hacia el año de 1447 al 51, erigió la dignidad de maestre escuela para las dos catedrales de Calahorra y la Calzada. En 1517 se fabricó el claustro de esta catedral, sillería del coro y unas capillas, construyéndose el primero en 1559. En 1518 el papa León X erigió otra dignidad con título de deán; mas como había ya ésta dignidad en las iglesias reunidas, se mudó este título en el de arcediano de Calzada. En 1523 el papa Clemente VII, erigió otra dignidad en estas catedrales unidas con título de arcediano de Bilbao. En 28 de abril de 1530, concedió el papa Clemente VII el título de canónigos a los racioneros de esta catedral. En 1533 de común consentimiento se desunieron las dos catedrales, quedando en esta el maestre escuela, los dos arcedianos de Calzada y Bilbao, y las demás dignidades pasaron a Calahorra, quedando el decanato para los dos y habiendo altercado sobre la residencia de Audiencia in sede vacante, convinieron en que una vez estaría en Calahorra y otra en esta ciudad alternativamente, cuyo convenio tuvo principio en la vacante por promoción de D. Juan Ochoa Salazar al obispado de Plasencia en 1588. Por bula de su Santidad Paulo III, expedida, en 23 de diciembre de 1545, se mandaron cantar en esta catedral a prima noche los maitines que se cantaban a las 12 de ella. En 1318 habiéndose hecho metropolitano el arzobispo de Zaragoza, se le agregó por sufragáneo el obispado de Calahorra y la Calzada; y en 1574 se agregó en igual concepto al arzobispado de Burgos, y sigue lo mismo. El primer obispo que llevó el título de Calahorra y la Calzada, fue D. Gerónimo Aznar, en 1250: este obispo se halló en la conquista de Sevilla con el santo rey Don Fernando.

Hay magnífico convento del orden de San Francisco que era casa capitular donde muchas veces vino el general de la orden a presidir el capítulo: el sitio para su fundación y 500 ducados, los donó el secretario del rey D. Juan de Samano, tronco de los marqueses de Villabenezar: fue dedicado a Ntra. Sra. de los Ángeles y trasladado desde Cidamón, donde se fundó por el venerable P. Fr. López de Salinas, dando el sitio al efecto el capitán D. Iñigo Ortiz de Zúñiga, Sr. de Cidamón en 1437 y según otros en 1456: la traslación a Santo Domingo se verificó en 26 de Febrero de 1535.

La primera fundación se hizo en unas casas de dicho fundador Samano, ejecutando la obra de un modo decente aunque poco firme. Don Fr. Bernardo Fresneda, natural de Río Cabado en la sierra, que obtuvo los primeros ministerios en su orden franciscana, y además fue confesor del emperador Carlos V y de su hijo el rey D. Felipe II, pagador general de las galeras de España, comisario general de la Sta. Cruzada, obispo de Córdoba, de Cuenca y arzobispo de Zaragoza, hizo fabricar de nuevo la iglesia y parte del convento, mandando lo enterrasen en ella por haber sido religioso de su orden: dio alhajas de inmenso valor al convento: quiso fundar universidad y edificó local para ella, cuyos catedráticos fueron el magistral y doctoral de esta catedral, pero habiendo muerto sin realizarlo, el consejo de Castilla; ordenó, que la enseñanza fuese dentro del convento en un colegio con lectores de teología, artes y maestro de estudiantes con el título de colegio de San Buenaventura. Dotó misas y aniversarios, y señaló pensiones a diferentes estudiantes pobres que cursaban en universidades, y además dio dotes para huérfanas, y para dar bueyes a los labradores pobres. Fueron patronos de esta obra pía, en 1700, el Sr. de Santa Cruz Garganchón y Soto, el provincial de la orden de San Francisco, el magistral, y el regidor más antiguo del ayuntamiento de la ciudad. La reedificación citada, se hizo en 1571 bajo un plan hecho por el célebre arquitecto Juan de Herrera.

En 1577 falleció dicho Fresneda y fue sepultado en el claustro de la capilla mayor, bajo un magnífico mausoleo hecho de mármol calizo, preciosamente tallado, que representa en la parte superior el Cuerpo entero del tamaño natural del fundador, vestido con los ornamentos sagrados de arzobispo, grabadas en bajo relieve las efigies de los 12 apóstoles en los lados de su capa, y en medio la de San Francisco con el Crucifijo en la mano, y en la mitra la del arcángel San Gabriel anunciando a la Virgen María el misterio de la Encarnación: la cabeza descansa sobre dos almohadones de preciosa labor, y a los pies está el escudo de sus armas sostenido por 2 ángeles.

El altar mayor además de ser de bellísima arquitectura, tiene la particularidad de ser todo de piedra muy bien pintado. En la entrada para la sacristía hay una hermosísima portada con su cornisamento hecho de mármol, negro bien pulimentado y de tan bellísimas proporciones, que ha sido la admiración de cuantos inteligentes la han visto. También es de extraordinario mérito el arco rebajado, de 3 puntos, que sostiene el coro, no habiendo sufrido quiebra alguna: el órgano es obra nueva ejecutada en 1831 por el religioso franciscano Fr. Ignacio Bermio, que de sola afición y sin estudio del arte de órgano se atrevió a emprender tan difícil obra sacándola con perfección: consta de muchos registros, tiene teclados de hueso bien labrado y de extensión hasta sol: la caja es hermosa y hábilmente pintada con imitaciones de jaspe y maderas: fue ejecutada por el mismo D. Severo Corral que hizo la del órgano de la catedral y la pintaron D. J. Garrido, y D. Julián Outezar, vecino de Logroño. Siendo toda la obra del convento e iglesia de piedra hermosa arenisca; el ejecutor de ella queriendo lucir su habilidad, puso en el paraje más visible de la fachada de la misma, un trozo de mampostería que sorprende a cuantos lo ven, pues estando descubiertos los guijarros que la forman, puede ponerse una regla encima sin que halle desigualdades, siendo notable que a pesar del mucho tiempo transcurrido, no ha tenido la menor quiebra.

En la capilla mayor de la iglesia se halla un panteón de mármol negro con letras blancas donde se hallan depositadas las cenizas de los tres Ilustrísimos señores siguientes; D. Pedro Manso de Zúñiga, fundador de este monasterio (obra de mucha solidez, sobre todo su iglesia compuesta de una nave muy crecida, sin duda demasiado grande para convento de religiosos), fue obispo como se ha dicho de esta diócesis, colegial mayor del arzobispado de Salamanca, canónigo magistral de la catedral de Burgos, administrador por S. M. de los hospitales de la real armada y del ejército de Aragón: murió en 3 de setiembre de 1612. De D. Martín Manso de Zúñiga, sobrino del anterior, arcediano que fue de Bilbao, que es dignidad y canónigo de esta iglesia de la Calzada, colegial del mayor del arzobispado de Salamanca, prior de Roncesvalles, obispo de Oviedo y de Osma: y de D. Pedro Manso de Zúñiga, sobrino también del primero, [307] arcediano de Álava que es dignidad y canónigo de Calahorra, presidente del consejo de Castilla, patriarca de las Indias, arzobispo de Cesárea, murió en 30 de noviembre de 1610. Sobre la mesa sepulcral se hallan los bustos de estos 3 ilustrísimos personajes: en medio el del primero: a su izquierda el del segundo y el tercero a su derecha, hechos todos de alabastro de cuerpo entero de primorosa escultura, vestidos con sus ornamentos pontificales, recostadas las cabezas sobre ricos almohadones, las mitras de una labor exquisita, a los pies el escudo de sus armas grabadas en piedra de igual naturaleza y sostenidas las de cada uno por dos angelitos.

Al paso que algunos pueblos lamentan la próxima ruina de excelentes edificios que pertenecieron a comunidades suprimidas; en esta ciudad podemos elogiar el buen celo de su ayuntamiento, que a fuerza de instancias consiguió que S. M. le concediera el soberbio convento citado de San Francisco, con objeto de utilizar su iglesia como ayuda de parroquia, y el edificio para colocar como se ha dicho el hospital, casa de beneficencia y escuela de niños y niñas, gastando a expensas de los bienes del referido hospital más de 40.000 reales, en hacer habitaciones cómodas y hermosas para los referidos institutos, siendo en el día un edificio tan notable, que causa admiración a los viajeros; distinguiéndose muy especialmente el local destinado a hospital, que por su hermosura, desahogo y bien cuidado, se compara al de Burdeos.

En la plaza de la catedral, que hemos ya mencionado en otro lugar, hay una ermita que fue la primitiva iglesia de esta ciudad, dedicada a Nuestra Señora de la Plaza: perteneció a los reyes de Nájera que la donaron, a Santo Domingo, quien la mejoró notablemente renovando sus paredes y techumbre: en ella permanece la citada Ntra. Sra., que se traslada todos los años a la catedral mientras la recolección de frutos, venerándola como a patrona del pueblo aunque principalmente lo sea Santo Domingo. Se le hacen novenas y se saca en las procesiones de gracias y otras rogativas. En la ermita se reza todo el año el rosario al anochecer, excepto cuando la Virgen está en la catedral.

La ciudad está rodeada de una antigua muralla de sillería, de cerca de dos varas de espesor y 20 pies de altura en lo general, con sus cubos salientes para proteger sus cortinas, y se halla algo deteriorada en algunas partes, por quererla convertir en tapias de puertas y edificar en estas algunas casas. Da ingreso a la población por 7 puertas, 2 al N., otras tantas al E., una al S. y 2 al O.; y aunque tuvo foso y contrafoso, solo subsisten sus vestigios. En la última guerra estuvo la ciudad fortificada interior y exteriormente, costeándose por ella los gastos, que fueron muchos; pero en 1840 se deshicieron las fortificaciones por innecesarias y perjudiciales a la hermosura de las calles. Extramuros, en el arrabal de San Francisco, existe una plaza con el nombre de este santo, que lo toma de la iglesia y convento de que hemos hablado: este tiene al N. la hermosa casa y fábrica de paños de Pérez dé Iñigo.

Al rededor de la ciudad y al abrigo de las murallas, se halla un paseo que la circunvala, notablemente mejorado desde el año 1839; tanto en el piso como en el arbolado, encontrándose sobre todo en dirección a mediodía, un trozo llamado el Espolón, de unas 300 varas de largo y 20 de ancho, cuya porción embellecida con una fila de corpulentos y frondosos olmos que extienden su ramaje hasta la mitad del ancho; ofrece su sombra un abrigo a los rayos del sol de verano, lo que agregado al buen estado de su piso arenoso, forman uno de los más deliciosos paseos de la población: está todo cercado de una pared de canto con capa de sillería que sirve de asiento, y adornado con figuras y estatuas, en las cuales se leen varias inscripciones del tiempo que principió y concluyó, y el nombre del corregidor que había entonces. Ocupa el sitio desde la puerta llamada de la Puebla (porque da frente al arrabal de este nombre), hasta la plazuela de San Francisco, en cuyo punto terminaba con dos olmos de una corpulencia admirable que extendían su ramaje a una distancia considerable; pero por razón de perjudicar al fuerte, que existía durante la última guerra civil, en el convento de que hemos ya hablado en otro lugar, fueron cortados aquellos, así como otro igualmente de gran tamaño que se encontraba a la mitad del Espolón. Este último servía como de límite para no pasar adelante las gentes, lo cual influyó no poco en la diferencia de temperatura que se observa cuando soplan los vientos NO. y O. En esta misma dirección hay otro paseo que parte desde la mitad del Espolón, plantado de buen arbolado de chopos que se extiende más de 1/2 cuarto de legua entre huertas: su camino es algo tortuoso marchando entre las tapias de estas, y recto pasadas ellas; hallándose cercado por ambos costados de triples filas de chopos y bien cubierto el piso de yerba menuda que parece a alguna distancia una preciosa alfombra.

Al remate de la mitad está lateralmente a la derecha otro paseo llamado Extremadura, por su abrigada posición que le defiende del aire del N. una hermosa tapia de una huerta: está también embellecido con dos preciosas filas de chopos, y otra al frente de estas, quedando un ancho camino para carruajes y caballerías. En este mismo punto se halla otro que tiene una sola hilera de árboles, de bastante extensión, el cual se halla dividido por el arrabal de la Puebla.

Por la parte del N. se encuentra el titulado la Carrera, que sale desde el arco de la plaza del Mercado, llamado Puerta o arco de la Carrera, es el principal y más hermoso; porque sobre estar en línea recta, tiene una extensión de mas de 600 varas de largo, por 25 de ancho, dividido en tres pedazos; por el del centro pasan los carruajes y ganados, y por los otros dos de los lados pasean las gentes. Se compone de 4 filas de árboles hermosos y variados con buen piso y cómodos asientos. Este puede considerarse como paseo de verano, durante cuya temporada es bastante frecuentado, pero lo sería mucho más si no estuviera contiguo a la corta distancia de 30 varas el cementerio, objeto de tristes recuerdos para la generalidad de los habitantes de esta ciudad. Como queda dicho, el mencionado paseo principia en la puerta del Mercado y acaba en la confluencia que forman los caminos que conducen a Casa la Reina, Haro, Briones y otros muchos pueblos de la comarca; al remate forma una plazuela con varias clases de árboles, continuándose estos por los dos caminos citados, hasta que llega al monte Bañares que dista 1/4 de legua: en el de la izquierda que dirige a Casa la Reina, se conserva un campo de unas 60 varas en cuadro, con el nombre de Mesa del Santo, porque según la tradición, en este sitio es donde existieron 6 enormes encinas, donde daba Santo Domingo las comidas a los peregrinos que se dirigían a visitar a Santiago. En aquella época se dice que era monte, y es de suponer quedó fuera por las señales que de él se manifiestan; pero más tarde la ciudad lo conservaba con el título de dehesa, la cual se extendía desde el paseo, hasta el citado monte de Bañares, toda poblada de arbolado de encinas: hasta la guerra de la independencia estuvo en tal estado, mas durante aquella, la ciudad la enajenó para cubrir los suministros a las tropas españolas y francesas, y desde entonces quedó constituido en campo de labor, reservándose únicamente aquella, en loor del Santo, el pequeño cuadro citado con las referidas encinas, las cuales se cayeron hace pocos años por efecto de su vejez; quedando en la actualidad solamente el arbolado nuevamente plantado. El paseo que acabamos de describir, está cortado por su mitad por otro llamado de los cuatro caminos, que viene atravesando de N. a S.; tanto uno como otro son sumamente estrechos, si bien ambos adornados de árboles en sus orillas.

Desde la puerta de Barrio viejo, por el lado E. se extiende otro paseo como de 60 varas de ancho, desprovisto de arbolado, que conduce hasta la cuesta denominada del Pedregal que dista 1/2 leguas en línea recta: dicho paseo se llama del Rollo de San Lázaro, por hallarse la ermita de dicho santo a su costado izquierdo, y el citado rollo en el medio. Todos los alrededores de esta ciudad, como situada en terreno llano y arenoso, están circunvalados de paseos, habiendo como queda manifestado en el de la Carrera por el lado N., el cementerio casi pegado a las casas del arrabal de Margubete; aunque por su situación ventilada no perjudique a la salubridad de la población; no obstante, a la vista de las casas y junto a un punto de recreo público, no creemos que este espectáculo sea a propósito para el sitio que ocupa: se compone de un cuadro de 70 varas con altas y buenas paredes, portada bastante elegante y muy buena capilla en su entrada, dividida en dos mitades, la una para depositar los cadáveres, en tanto que en la otra se celebran las misas para la salvación de sus almas; fue edificado en 1806 en virtud de una real orden que mandaba la construcción de campos-santos.

Término

Confina por N. con los de Bañares y Villalobar; E. Cirueña, Ciriñuela y Bañares; S. Santurde, Santurdejo, Gallinero y Manzanares, y O. Grañón y Corporales: dentro de esta circunferencia se encuentra una granja o cortijo llamado el Aprisco, propiedad del hospital, edificio de mucha capacidad, con dos viviendas y dos extensos corrales, [308] circundado todo de una pared bien conservada; habitan dos familias que llevan en arrendamiento el terrazgo anejo a esta posesión, y se surten de aguas para beber de un pozo que hay a la puerta de la casa, y de una fuente que brota a distancia de unos 600 pasos: inmediata a la granja hay otra casa con corral para ganado lanar, conocida con el nombre de Casa blanca, en la que vive un pastor con su familia: como a 1/2 legua de la población se hallan dos ermitas (los Mártires y Nuestra Señora de las Abejas), a las que se va en romería los días segundo y tercero de pascua de Pentecostés: al NO., y contiguas a la ciudad, se hallaban las aldeas de San Soto y San Medel, al S. Ayuela, y al SO. Pino; de todas ellas apenas se conserva vestigio alguno, y en su defecto se han construido dentro y fuera de la población nuevas barriadas de casas, tiradas a cordel y con simetría; existieron otras varias aldeas, cuyos moradores por consejo de Santo Domingo, trasladaron su domicilio a la ciudad, y en el lugar de aquellas, se formó el Burgo de Santo Domingo: en todas direcciones abunda el arbolado, de suerte que hay 3.674 pies correspondientes al común, además del semillero y vivero destinados al aumento y reposición, y 30.000 de propiedad particular: la mayor parte son de la clase de chopo común, pero también los hay de otras especies como son olmos, fresnos, acacias, alisos, catalpas, moreras, plátanos, aceres, algarrobos, ébanos falsos, avellanos y otras variedades.

Calidad y circunstancias del terreno

Llano este en su mayor parte, consiste en 18.000 fanegas de tierra de pan llevar; 2.000 son de regadío y 400 de huerta con árboles frutales; la única parte que hay más quebrada, es la que se halla al SO., donde principia una pequeña cordillera desde el camino de Grañón, con dos cuestas tituladas de Santa Bárbara y del Olivo, separadas por un camino que dirige a Corporales, hallase luego el barranco llamado Cañal del Pino, sigue la cuesta de Ribagrande, a su continuación está la conocida con el nombre de Pino alto, y después la del Pago de la Veintiuna (porque de los frutos que allí se cogían solo se diezmaba 1 de 20), que enlazaba con los montes de Santurde, que son un estribo de la gran cordillera titulada la Demanda: todo este terreno es de lo mas fértil, y solo se destina a trigo, cebada, centeno y avena: su base fertilizada por el arroyo de las Parras, se emplea también en legumbres, hilazas y yerbas de pasto: comprenden también estas cordilleras algunos trozos de terreno arenisco y flojo, y otros que aunque no tan flojos, son sin embargo de calidad algo suelta, pero feraces: hacia el E., y en el punto denominado Pedregal, hay una pequeña ladera que va elevándose, por el S. hasta unirse con los montes de Galimero y Manzanares, y por el E. va a enlazar con los de Cirueña y Ciriñuela, su terreno distribuido en varios términos, con diferentes denominaciones, es todo bueno, a excepción del llamado la Riberilla; las tierras que forman el pie de está ladera, son areniscas y pedregosas, pero regulares en sus producciones; a la parte del N. se ve una pequeña eminencia aislada, de figura de un barco, a la margen derecha del río Oja, que se halla en cultivo, excepto una corta porción; su tierra es fuerte, pero la parte baja que la rodea, arenisca sin trabazón, y por consecuencia de escasos rendimientos: los terrenos titulados San Martin, Fuente-piojosa, cuesta del Moro y Rebillas, son buenos y seguros en las producciones; los de Sansoto, Fuente del Rey y las Praderas, de superior calidad, particularmente el último, que se reconoce por el mejor del término: no desmerecen mucho de los precedentes los llamados Herios de San Sebastián, río Mijal, las Llanas, las Abutardas, Lagunillas, Orcaberas, Conejeras, Portilla y Contorno; pero la parte comprendida entre los caminos nuevo y viejo y el trozo llamado la Nova, así como los de San Roque o Hechares de Arriba; Riomolinar, Carrasquedo y Casa de Moya, aun cuando de regadío, son de inferior calidad por la arena y cascajo suelto de que se componen, y solo producen en fuerza de un esmerado cultivo: la parte llana, que como se ha dicho es la mayor del término, está al N. y NE., abraza tierras de excelente calidad, tales son las llamadas los Palomarejos, en lo que está cerca de la ciudad, la Serna, las Raciones, la Charca y el Cantón; pero hay otras no tan buenas, como son la Dehesa del Santo, y Palomarejos en su proximidad o Carracarros: solo hay dos montes poblados, el uno llamado Carrasquilla, propio de la vecindad, con arbolado encinal alto y bajo muy bien conservado; tendrá unas 300 fanegas de tierra, y para su custodia hay un guarda dotado con 4 rs. diarios; el otro titulado el Uso, es comunero entre la ciudad y los pueblos de Gallinero y Manzanares: su arbolado, que era de hayas, ha quedado tan destruido, que ya mas parece una pradera, que un monte. Cruza el territorio el río Oja, cuyas aguas se utilizan poco para el riego, facilita su paso un hermoso puente de piedra, construido por Santo Domingo, tenía 25 arcos; se hallan cegados los dos primeros, y otros tres que inutilizó una avenida a fines del siglo último; se hallan habilitados con vigas, tablones y barandillas de madera y piso de cascajo; entre el noveno y décimo arco de este puente, hay construida una ermita, dedicada a la Virgen, en forma de media luna, con punta de diamante hacia la corriente, sus cimientos de piedra son profundos, y se hallan macizados hasta igualar con el suelo alto del puente; ya que el Oja no reporta grandes utilidades a la ciudad, no deja de causarle gravísimos perjuicios con sus avenidas, que son considerables y temibles en tiempo del deshielo de las nieves, porque corriendo por un terreno sumamente llano, con facilidad muda su álveo a la menor creciente: su curso es perenne, y aun abundante en los inviernos, pero en los meses de julio, agosto, setiembre y octubre, llega a quedarse seco; ya por efecto de los grandes calores, y ya principalmente porque siendo el terreno por donde corre, arenisco y cascajoso sin trabazón, se infiltran las aguas desde antes de llegar a Ezcaray, y no vuelven a aparecer hasta los términos de Villalovar y Castañares, corren también por el término y proporcionan el riego, los arroyos Molinar, de los Palomarejos, de las Parras, de las Fuentes, de Corporales, de Morales, de las Matas, de Fuentecocino y de Agualinos.

Caminos

Cruzan por esta ciudad diferentes caminos de herradura, pasando también por ella, la antigua carretera que de Nájera y San Asensio dirige a Burgos, y los ramales de Ezcaray, Haro, Miranda y Herramélluri: la otra carretera que atraviesa también la población, fue construida en la edad media y conduce desde Francia a Santiago: y tanto unos como otros, todos se hallan en mal estado.

Correos

Los que vienen de la parte de N., S. y O., se reciben de la administración de Miranda de Ebro por medio de baligero, y de Nájera el de Rioja baja, parte de Navarra, Aragón y Cataluña.

Producciones

Las principales y más abundantes son: trigo, cebada, centeno, avena, judías, habas, lentejas, almortas, yeros, alhovas, guisantes, ricas patatas, garbanzos, lino, cáñamo, berza, escarola, lechuga, cebolla, pimientos, tomates, peras, manzanas y ciruelas de diferentes especies; también se cosecha remolacha, cardo, zanahoria, coliflor, bróculi, borraja, espárrago, alcachofa y otras verduras, ajo, maíz, alfalfa, ballico, grosella, fresa, frambuesa, moras, nueces, avellanas, cerezas, guindas, acerolas, membrillo, nísperos, bellotas y uva: se cría bien el olmo, roble, sauce, endrino, espino albar y otros arbustos, y en todo el término se encuentran infinidad de yerbas olorosas y medicinales, entre ellas la mejorana, espliego, cantueso, manzanilla fina, hipericon, mostaza' agrimonia, escordio, beleño, tusílago, llanten, ruda, eléboro, azafrán, romi, helecho, cicuta, cinoglosa, parietaria, estramonio, dulcamara, lúpulo, escrofularia y otras muchísimas de diferentes especies y propiedades; hay ganado lanar y cabrío, y el mular, caballar, vacuno y asnal necesario para la agricultura; se cría también algo de cerda y antes era considerable el número de ganados que se sostenían; pero han disminuido a causa de la roturación de los terrenos destinados a pastos: no falta caza de perdices, codornices, palomas, francolines, becadas y otras muchas aves, tanto comestibles como de rapiña, y otras clases; conejos, liebres, jabalíes, algún lobo, erizos, zorras, garduñas y otros animales dañinos, culebras, víboras y otros reptiles y diversidad de insectos: hay pesca de barbos, truchas, lampreas pequeñas y cangrejos.

Industria

La agrícola, 8 molinos harineros, impulsados, 6 por el río Molinar, a los cuales falta agua durante el estío, y 2 movidos por el río de las Abejas: a principios de este siglo había 4 fábricas de paños, con sus máquinas de cardar, hilar, perchar y tundir, tres tintes y varios batanes: la principal era la denominada Real fábrica de Pérez Iñigo y en todas ellas se elaboraban paños finos, entrefinos y ordinarios, bayetas, estameñas, cachemires y sayal para los hábitos de las órdenes mendicantes, trabajaban continuamente unos 30 telares de paños, y 14 a 16 de los demás tejidos, consumían muchas lanas de la sierra de Cameros, [309] Burgos, Segovia y León, y trabajaban diariamente entre las cuatro, dos piezas de paño de veinte y tantas a treinta varas, habiendo llegado a dar la de Iñigo una pieza diaria: en 1838, se cerraron todas, a causa de que no pudiendo competir sus productos con los de las fábricas de Ezcaray y otros puntos, por la falta de aguas que tanto economizan la locomoción bajando el precio de las labores y dándoles mejor vista, quedaban sin salida en los mercados: 23 familias se dedican al hilado de lanas, teniendo andantes continuamente 84 tornos, que puede calcularse hilan unas 3 arrobas diarias de lana, cuya mayor parte se emplea en medias que se fabrican en el pueblo, ocupándose al efecto muchas mujeres que ganan un jornal de 12 cuartos: algo de lana se trabaja en blanco y luego se tintan las medias de negro; y la demás, se tinta en sucio por las mismas mujeres, de un hermoso y permanente azul, mas o menos claro, con añil y orines que ponen en una tinaja, y luego la colocan entre estiércol para facilitar con su calor la disolución del añil; esta operación es delicada y basta para desgraciaría, el más pequeño incidente, un poco más de calor o frío, un cambio atmosférico o el menor descuido la trastornan y pierden los ingredientes; pero hay mujeres que tienen tal práctica y conocimiento, que apenas se les malogra una: 8 familias se dedican al tejido de marmotas o gorras de estambre de colores a punto de malla; también se hacen de tul de algodón bordadas con estambre: en estas labores así como en la de bufandas, se ocupan mas de 24 muchachas jóvenes de la clase media, cuya habilidad y aplicación, debida al esmero con que las hermanas de la caridad dirigen la escuela, es recomendable; pero tanto las marmotas como las bufandas, han decaído en su salida y estimación desde el año de 1842, ya porque se hacen en otros puntos, y ya mas principalmente por la continua variación en las modas: otro de los ramos de industria es la fabricación de sombreros ordinarios: hay 3 tenerías, bastantes zapaterías, guarnicioneros, algunos arrieros y un buen ebanista.

Comercio

Consiste en la exportación de frutos sobrantes, algún ganado, lana y productos de la industria; en cambio se importa arroz, aceite, carnes, vino, pescados, frutas, pieles y géneros ultramarinos y del reino: hay dos casas de comercio y giro para diferentes plazas, un número considerable y aun excesivo de tiendas de comestibles y ropas, que lejos de progresar van en decadencia, a lo que contribuye no poco, el excesivo contrabando que se hace, pues es escandaloso el número de mujeres que recorren las calles y casas con las faldas llenas de telas y otros efectos extranjeros, introducidos furtivamente.

Ferias y mercados

De las primeras se celebran 2 anualmente, la una principia el 19 de mayo, y la otra el 8 del diciembre, y aun cuando al concederse se les designó la duración de 8 días a cada una, apenas pasa de los dos primeros su principal tráfico, que consiste, en toda clase de cereales, legumbres, caballerías, ganados lanar y cabrío y abundantísimo de cerda: además de las tiendas de la ciudad, concurren otras de buhoneros, ropa ordinaria y otros géneros; también se expenden zapatos, obras de alfarería, frutas y hortalizas: los sábados de cada semana hay mercado muy concurrido, en el que los más importantes ramos de comercio consisten en la venta de cereales, legumbres, frutas, hortalizas y otros artículos de primera necesidad: en el año de 1513 la Reina doña Juana, madre del emperador Carlos V de Alemania, I de España, concedió a esta ciudad la facultad de poder franquear o no dichas ferias y mercados, según mas convenga a sus intereses; en nuestro concepto debería, usando de esta facultad, en declarar francas unas y otro, con lo que atraería mayor concurrencia de traficantes y aumentaría su despacho en proporción de aquella, resultando de aquí el fomento de su industria, con la abolición de los impuestos, que aunque cortos, siempre son un obstáculo al desarrollo de la industria y comercio.

Población, riqueza, y contribuciones

800 vecinos, 3447 almas, capital productos: 13.055.800 reales. Imponible: 652.790. Contribución: 181.706. Presupuesto municipal: 33.000, se cubren con los productos de propios y los de la sisa del vino.

Historia

Fue esta ciudad fundada por Santo Domingo de la Calzada, cuyo nombre se la dio, y el de las calzadas que aquel había construido para alivio de los peregrinos que iban a visitar el sepulcro del Apóstol Santiago. Retirado Santo Domingo por los años 1044 al desierto que había en el sitio en que se halla la ciudad, se ocupaba en dar acogida a los caminantes de todas las naciones que por allí transitaban, proveyéndoles de los auxilios necesarios, doctrinándoles con grande caridad; y construyó el hermoso puente que en el día sobre el río Oja existe. Atraído el rey Don Alonso VI de Castilla por las virtudes que el Santo ejercitaba, le cedió un palacio que por aquellos alrededores tenían los reyes, con el fin de que se estableciese, como lo hizo, un hospital donde pudiera cumplir mas a satisfacción los deseos de su ardiente caridad. Al poco tiempo edificó Santo Domingo una ermita bajo la invocación de Nuestra Señora, su sepultura, a unos 20 pasos, y a sus inmediaciones, una iglesia dedicada al Salvador. Consagró esta en 1106 el obispo de Calahorra D. Pedro Nazar, y convenido con el Santo, fundaron la cofradía de Ntra. Sra., quedando elegido por primer abad el expresado obispo. Le sucedió en tan piadoso cargo Santo Domingo, y a este San Juan de Ortega.

D. Alonso VII de Castilla, que profesaba especial devoción a Santo Domingo, mandó al obispo de Calahorra y Nájera, D. Sancho, poblase aquel circuito. Empezó este el desempeño de su comisión por el punto llamado Mas-Burguete (en el día arrabal de la ciudad con el nombre de Margubete), adonde trasladaron su domicilio muchas y nobles familias, entre ellas los Leybas, los Ocios, los Samaniegos y los Ayalas. El rey D. Alonso el Batallador, dio al Santo la villa de Olgobarte (hoy Juvarte) próxima a la de Casa la Reina, según consta de la escritura de donación otorgada en Haro en el mes de mayo de 1125. En el año 1133 fue dicho rey a la Rioja, llegóse a visitar el sepulcro de Santo Domingo, y concedió a su iglesia y abad VI, D. Pedro, todas las heredades que por derecho real le correspondían en la villa de Bañares, Castillo Bilevio (en el día Bilivio) y otras muchas cosas, como consta por la escritura de donación otorgada en dicho año. Tres años después (1136) se suscitó un reñidísimo pleito entre los obispos de Calahorra y de Burgos, sobre a quién pertenecía la iglesia de Santo Domingo, y la sentencia se dio a favor del primero en el año 1187.

Por muerte de D. Alonso el Batallador, D. Alonso VII de Castilla, se entró por la Rioja con un poderoso ejercito y ganó todos los lugares hasta el Ebro, quedando este río por límite entre Navarra y Castilla; con ésta ocasión visitó el rey el sepulcro del Santo, y viendo que la población de la Calzada no tenía jurisdicción propia, le dio y señaló término desde la Nava de Abajo y la Glera, hasta la carretera que va de Bañares a Tayola, hasta salir al camino, y de aquí hasta encontrar la senda que va por medio de la dehesas de Sansoto y sale al referido camino. Estos son los términos del privilegio real dado en el año 1136 a favor de Santo Domingo, de D. Sancho, obispo de Calahorra, y de Don Domingo de Baños, abad VII. De aquí trae su origen el señorío, que la iglesia del fundador tenía en el pueblo, al cual se dio en este mismo año el título de villa. Poco después, en 1141, el mismo Emperador la concedió privilegios de pastos y aguas. Otras muchas donaciones hicieron varios particulares, con lo que fue creciendo la población.

En el año 1180 se trasladó a la iglesia de Sto. Domingo, la colegial de Nájera, a petición del rey Don Alonso VIII, quien dio a sus habitantes el fuero de Logroño adicionado. Por bula del Papa Honorio, dado en San Juan de Letrán en el año 1227 a instancia del obispo de Calahorra D. Juan Pérez, se situó la Sede episcopal Calagurritana en Santo Domingo; pero habiendo acudido Calahorra en 1236 con graves quejas al romano Pontífice pidiendo, se le restituyese su antigua catedral, se instruyó un ruidoso expediente que cortaron el Papa Gregorio IX y el Santo rey D. Fernando, disponiendo quedasen las dos catedrales unidas y alternasen en su residencia los obispos.

En 1250, el cabildo de la Santa iglesia de Santo Domingo, señor de la villa, la donó al expresado rey D. Fernando III, quien a consecuencia la constituyó cabeza de la merindad de la Rioja: en el mismo año hizo merced a sus vecinos del tributo llamado Encense que antes pagaban a la catedral, y la elevó al rango de ciudad.

Entrado el año 1334, Juan Alfonso y Doña Constanza Ruiz, su mujer, vendieron a la ciudad de Sto. Domingo el señorío del lugar de Sansoto; y en 1367 la cercó de murallas el rey D. Pedro I, que contra ella se había dirigido por haber llegado a su noticia el juramento de fidelidad prestado por sus vecinos a D. Enrique, conde de Trastamara.

D. Juan II dispuso en 1441 que por ninguna causa ni motivo pudiera ser enajenada de la corona la ciudad de Santo Domingo. D. Carlos I de España y V de Alemania, con Doña Juana, su madre, queriendo mostrarse devotos del Santo y favorecer a la ciudad de su nombre, hicieron libre a sus vecinos de los tributos, pedidos, servicios y derramas, con tal que [310] conservasen y reparasen el puente que construyó el Santo: así consta de la real cédula expedida en Santiago de Galicia a 30 de marzo de 1520. Del establecimiento de las diferentes casas religiosas de esta ciudad, se ha dado cumplida razón en el centro del artículo geográfico. La ciudad de Santo Domingo tiene por armas escudo abierto con una elevada encina en el centro, en cuyo tronco, por su mitad se ve una hoz en forma de dividirle, y a los dos lados del árbol, un gallo y una gallina.

(Pascual Madoz, Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España…, Madrid 1846, tomo 5, páginas 304-310.)
[ Se han introducido en el texto nuevas particiones de párrafos. ]

 
Santo Domingo de la Calzada