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La Nueva España
Viernes, 9 de junio de 1995
Cultura
página 12

El filósofo asturiano analizó el concepto en una conferencia organizada por Tribuna Ciudadana contraponiéndolo a la sociedad animal, a la sociedad religiosa y a la sociedad política

El catedrático emérito de Filosofia Gustavo Bueno ofreció ayer una conferencia en el Paraninfo de la Universidad de Oviedo titulada «¿Existe la sociedad civil?». La conferencia estaba organizada por Tribuna Ciudadana. Bueno desarrolló durante más de hora y media un despliegue crítico del concepto en cuestión, que coordinó con otros tres: la sociedad animal, la sociedad religiosa y el Estado. El filósofo fue explicando los antecedentes y la tradición de pensamiento de las distintas combinaciones para concluir que es necesario triturar los conceptos de sociedad civil y de Estado y después tener en cuenta que entre dos «trozos» de sociedad civil siempre aparecerá el Estado y viceversa.

Bueno «tritura» la idea de sociedad civil y la enlaza dialécticamente con el Estado

Gustavo Bueno, durante la conferencia que ofreció ayer en el Paraninfo de la Universidad de Oviedo.
Oviedo, Javier NEIRA

El Paraninfo se llenó para la conferencia de Gustavo Bueno. Presidió la sesión el rector, Santiago Gascón, y realizó la presentación José María Laso, vicepresidente de Tribuna Ciudadana. Laso explicó que la conferencia se inscribía dentro de los actos con que la asociación celebra sus quince años de existencia e indicó que Bueno había colaborado mucho con la asociación a lo largo de todas sus actividades. El vicepresidente de Tribuna Ciudadana destacó también la dimensión intemacional de Bueno –dando por supuesta la de carácter nacional– al destacar su inclusión en diversos diccionarios europeos de Filosofía como autor de voces de especial importancia o en calidad de figura de la historia de la filosofía.

Bueno abordó su disertación en pie durante la hora y media larga que duró. Agradeció las amables palabras de José María Laso y, ya prefigurando el constante cuestionarlo todo que presidió la conferencia, dijo que de la verdad de las palabras de Laso no opinaba.

Anteriormente, Laso había indicado que el interrogante del título de la conferencia lo había puesto él sin más consultas, lo que dio pie a Bueno a señalar que la escolástica realizaba siempre una pregunta sobre la existencia de la cuestión que se planteaba para después realizar una segunda pregunta ya sobre el ser de esa cuestión. «Para preguntarse por algo –añadió– hay que tener ya una idea de lo que es», y en relación al caso de la sociedad civil concretó que se suponía, por ejemplo, que era la panacea frente a los excesos del Estado y otros planteamientos por el estilo.

El filósofo se aproximó a la cuestión propuesta indicando que se suponía que la sociedad civil era el conjunto de los sindicatos y de los colegios de médicos y, en fin, de todos los ciudadanos para preguntarse si realmente eso era sociedad civil.

Como comparación indicó que cabía preguntarse si existe el decaedro regular: ciertamente no existe, pero cabe preguntarse por su existencia «y hasta pueden hacer un monumento al decaedro regular», ironizó. De igual modo, añadió, cabe preguntarse por los milagros de Lourdes: la gente se cura, pero ¿es un milagro?

Gustavo Bueno, sin hacer ninguna pausa, concluyó que las ideas que giran en torno al concepto de sociedad civil eran oscuras y confusas. Aprovechando una distinción de Cassirer –«por cierto, muy poco conocida en España»– planteó dos tipos de conceptos, los sustancialistas y los funcionalistas, para criticar inmediatamente las concepciones sustancialistas sobre la sociedad civil, «que son las que la consideran una panacea». También criticó la pretensión denotativa de definir la sociedad civil: «Podría ser la formada por el conjunto de los trabajadores o de todas las personas que viven en una ciudad, pero ¿se incluye al regimiento de una guarnición? ¿Y la asamblea de fieles de una iglesia?».

En cuanto a la concepción funcionalista, Bueno indicó que había que ver las correspondientes variables. En ese sentido, destacó que existían tres fundamentales: el concepto de sociedad natural –especialmente la sociedad animal–, el concepto de sociedad religiosa –fundamentalmente en relación a la Iglesia católica– y el concepto de Estado.

Definiendo la sociedad civil en función de esas tres variables, Bueno obtuvo doce posibilidades que pasó a explicar:

1) La sociedad animal es igual a la sociedad civil. Es la tesis de los sociobiólogos actualmente. Ya aparece en Platón: «El político es un pastor de rebaños que no tienen cuernos».

2) La sociedad animal está incluida en la sociedad civil. «Es extravagante –indicó el filósofo– y surge cuando se supone que los animales no tienen sociedades y que hablar de sociedades animales es puro antropomorfismo».

3) La sociedad civil es una parte de la sociedad animal. Es la tesis de Aristóteles: «El hombre es un animal político». 0 sea, que vive en la ciudad, en el Estado, no en la selva.

4) La sociedad civil es distinta y contrapuesta de la sociedad animal. Propio de la filosofía inglesa, de Locke y de Hobbes. Todo es enfrentamiento y Leviatán es quien detiene las guerras.

5) La sociedad civil es igual a la Iglesia. Es la tesis de San Agustín. Tuvo y tiene enorme importancia. Sólo cuando la Ciudad de Dios existe es cuando hay justicia y por lo tanto cuando hay Estado. En EEUU hay que ser creyente porque si no no tiene sentido jurar la Constitución.

6) La Iglesia es una parte de la sociedad civil. Tesis que aparece en Varrón y mantienen sociólogos actuales.

7) La sociedad civil es una parte de la Iglesia. Tesis de Santo Tomás.

8) Separación total entre sociedad civil e Iglesia. Tesis de la Constitución española. Aparece en Averroes y la populariza Dante. Para los escolásticos españoles la autoridad viene de Dios a través del pueblo.

9) La sociedad civil y el Estado son lo mismo. Tesis también de Aristóteles. No hay sociedad civil que no sea también sociedad política.

10) El Estado es parte de la sociedad civil. Es la filosofía de Krause, que tanto ha influido en el PSOE. Y es la tesis también del Estado liberal.

11) La sociedad civil está incluida en el Estado. Es el planteamiento de Hegel que quiere subrayar que, más allá del Derecho abstracto, cuando empieza a funcionar la vida es con la moral objetiva. Las contradicciones de la sociedad civil, especialmente entre producción y consumo, se resuelven enviando a los ociosos fuera del Estado, a las colonias.

12) La sociedad civil y el Estado no tienen nada que ver. Tesis de los epicúreos. Es la sociedad civil cosmopolita. En el jardín se realizaría la vida civil y natural, distinta de la artificial del Estado. Bueno citó en ese sentido los versos de Lucrecio según los cuales es dulce ver cómo se hunde un desgraciado en el mar. Es dulce porque no se puede hacer nada para salvarle y porque el que lo ve está a salvo en tierra. Santo Tomás lo aplicó al fuego eterno. El epicureísmo es la filosofía abstencionista: se ve al desgraciado que se hunde en la política. Abstenerse da la felicidad.

Bueno dijo como conclusión que no tenía la solución, pero que, en cualquier caso, hay que triturar los conceptos de Estado y sociedad civil y después tener en cuenta que entre dos partes de sociedad civil siempre está el Estado y que entre dos partes del Estado siempre estará la sociedad civil.

 


Fundación Gustavo Bueno
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