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Escuela hispánica de dirección de orquesta

Vicente Chuliá, Curso de dirección de orquesta

11. Análisis de las partituras musicales
 
2. Idea de Glomérulo musical como herramienta analítica

24 junio 2019


 
Idea de Glomérulo musical como herramienta analítica

Vicente Chuliá FMM 045 (24' 22'')

2. Idea de Glomérulo musical como herramienta analítica

La idea de “Glomérulo musical” ya fue introducida por Gustavo Bueno en su Curso de Filosofía de la Música en el Conservatorio Superior de Música de Oviedo{1} en tanto que “unidad morfológica de la música sustantiva”.

Este vocablo tiene sus orígenes en el latín moderno glomerulus/glomeruli y está formado por los elementos léxicos latinos glomus, glomeris. Asimismo, parece que la voz latina glomus está vinculada a la antigua raíz indoeuropea “gel-” con el significado de “aglutinación”, “aglomeración”... que, además, generó otros vocablos latinos: gluten, glutinis (cola de pegar), &c. El término Glomérulo apareció por primera vez en el habla inglesa (glomerule) como término botánico en 1793 para designar la agregación compacta de flores; y como término anatómico en 1856 para nombrar a las estructuras de filtración renal (en francés, glomérule rénal aparece en 1850). Después, tuvo más acepciones, pero su significado general es el de “agrupamiento compacto”.

Desde estas coordenadas, una composición es un Glomérulo; un “ovillo” donde están aglutinados una serie de fenómenos sonoros conceptuados históricamente mediante términos operatorios, y “pegados” mediante la composición y ejecución musical formando un “todo” compacto.{2} El análisis de estas unidades morfológicas se establece a distinta escala a partir de las fases de Lisado, Conformado y Compactado (FMM 012) constituyendo los fundamentos de la Interpretación musical.

Interpretación deriva del latín y proviene del sustantivo interpres, interpretis formada por el prefijo inter- (entre) y la raíz pret- (mercadear, comprar, vender). Por analogía comenzó a usarse este sustantivo para denominar, también a los intermediarios en otras actividades como comentadores y traductores; de la actividad que todos realizan se origina el verbo interpretari. Por tanto, puede decirse que el concepto de esta palabra es “la actividad o acción de dar a entender algo”. Ahora bien, desde nuestras coordenadas, este “dar a entender” no se encuentra inmerso en los componentes segundogenéricos en el sentido de “sentir” y “expresar” la obra y/o el “alma” del compositor, si no que se circunscribe a un plano objetivo en cuanto a las operaciones de la partitura y de los entrelazamientos sonoros (la poiesis musical). En este sentido debemos remitirnos a la idea de Circularismo gnoseológico intrínseca en la Teoría del cierre categorial (Pentalfa, Oviedo 1992-1993) si bien al no darse un cierre esencial en el campo musical si no cierres fenoménicos, debemos replantear esta idea empleando el neologismo de “Circularismo noetológico”, en el cual no existen reduccionismo en música (ni a la partitura, ni al núcleo sonoro, &c.) sino formas involucradas en materias y materias involucradas en formas musicales de manera circular.

Así pues, la idea de interpretación musical parte, principalmente, de la negación de que la música sea una ciencia (entendiendo la idea de ciencia desde la tercera acepción que explica Bueno en la Teoría del cierre categorial, esto es, la Geometría, la Química, la Termodinámica, &c.). No obstante, las técnicas musicales de la composición deben estudiarse gnoseológicamente en el plano β-operatorio a través de las reliquias (partituras) que constituyen el curso histórico de la institución musical. Es decir, la interpretación parte de las instituciones (fuga, sonata, modulaciones por transforación, sinfonía, contrapunto de cuarta especie...), y el estudio de sus ámbitos lógico-operatorios (materiales) está cimentado a partir de analogías de atribución basadas en la solidez de las esferas científicas en su estado α (segregación del sujeto operatorio). En cambio, el cierre fenoménico de una obra musical, constituido in situ en la ejecución, no permite una segregación total del sujeto operatorio, por lo que la lógica de las operaciones que han dado como resultado este cierre deben estudiarse desde la noetología donde la perspectiva subjetiva quedará cimentada sobre la solidez de una interpretación basada en los ámbitos lógicos conformados a partir de la objetividad que nos ofrece el estudio de los Glomérulos.

El análisis glomerular de la Música constituye, pues, la parte gnoseológica de la Música que será abordada desde la siguiente clasificación de las unidades morfológicas a distinta escala (géneros y especies) que no están basadas en especulaciones teóricas ni en reduccionismos históricos o estéticos, sino que se cimentan sobre la lógico interna de la construcción de la partitura en relación con el sonido musical:

  1. Glomérulos constituidos por figuras geométricas y sus puntos (compases)
  2. Glomérulos constituidos por periodicidades de compases
  3. Glomérulos constituidos por estromas sonoros
  4. Glomérulos constituidos por totalidades distributivas
  5. Glomérulos constituidos por totalidades atributivas

En consecuencia, a lo largo del apartado “Análisis de las partituras musicales” desarrollaremos un sistema analítico basado en la idea de Glomérulo y circunscribiremos la idea de Interpretación a un ámbito análogo al terreno de las ciencias en tanto y cuanto proviene de conceptos e ideas internas (materia terciogenérica) que ecualizan los componentes primogenéricos y segundogenéricos a partir de las operaciones constituyendo, así, la música sustantiva.

Notas

{1} Gustavo Bueno, “Curso de Filosofía de la Música”.

{2} Vicente Chuliá, Manual de filosofía de la música, Pentalfa, Oviedo 2018, págs. 154-155.

 


 
Filosofía de la Música desde el materialismo filosófico
 
Gustavo Bueno, Curso de Filosofía de la Música