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Escuela de Filosofía de Oviedo

Carmen Baños Pino

El 'Problema de Molyneux', desde el Materialismo Filosófico

8 febrero 2016


cartel para este acto de la Escuela de Filosofía de Oviedo El irlandés William Molyneux (1656-1698), fundador de la Dublin Philosophical Society, autor de una Dioptrica Nova (1692) que mereció los elogios de Leibniz, traductor y difusor entre los británicos de las Meditaciones de Descartes, propuso en una carta dirigida a John Locke la siguiente cuestión: “un ciego de nacimiento que distingue por el tacto un cubo de una esfera del mismo metal y tamaño similar, ¿podrá identificarlos, sin tocarlos, si alcanzara la vista?”. En 1694, en la segunda edición del Ensayo sobre el entendimiento humano, Locke la hizo pública y muy pronto acaparó la atención de filósofos, médicos y matemáticos.

Leibniz y Berkeley, el obispo Synge, los filósofos escoceses Francis Hutcheson y Thomas Reid, el médico y matemático James Jurin, el también matemático y astrónomo Robert Smith, el académico suizo Jean-Bernard Mérian, respondieron desde diferentes planteamientos. Cassirer pone el “problema de Molyneux” como motivo sobre el que giró toda la epistemología del siglo XVIII. En Francia lo introdujo Voltaire y llamó la atención de Diderot, D'Alembert, Condillac, Buffon y de La Mettrie.

El problema, inmejorable rasante para discriminar entre empirismo y racionalismo (los empiristas dan respuestas negativas, frente a las afirmativas de los racionalistas) se hizo más interesante aún, cuando el cirujano William Cheselden operó con éxito, en 1728, a un muchacho ciego de cataratas congénitas y pudo comprobar que el chico era incapaz, a primera vista, de reconocer los objetos que tenía ante sus ojos.

La respuesta experimental negativa nos pone ante la Idea de la inconmensurabilidad entre el tacto y la vista. Y por eso, los planteamientos que reducen el problema a una cuestión epistemológica son sólo aparentes pues estamos ante un problema verdaderamente filosófico: ¿cómo los objetos situados a determinada distancia del sujeto “afectan” a órganos de los sentidos que se muestran heteromorfos? Ni el enfoque del idealismo, ni el del realismo, que suponían al sujeto como una unidad formal sirven ahora.

Desde el hiperrealismo, el marco ontológico del materialismo filosófico, se ofrece una alternativa tanto a los esquemas idealistas como realistas, que sitúa al “problema de Molyneux” en una perspectiva constructivista desde la que se aborda la percepción a distancia (apotética) a partir de las sensaciones del sujeto corpóreo.

 
Vídeo de la lección de Carmen Baños Pino, El 'Problema de Molyneux', desde el Materialismo Filosófico (1 h 24 m)

Oviedo, lunes 8 de febrero de 2016

reproduce noticia en prensa
Carmen Baños: “Es imposible explicar la percepción como una capacidad innata” (La Nueva España, Oviedo, 9 febrero 2016, página 11.)

reproduce foto de prensa

 
Escuela de Filosofía de Oviedo