logo Fundación Gustavo BuenoFundación Gustavo Bueno

VII Encuentros de Filosofía

Televisión, política y cultura

VII Encuentros de Filosofía

Gijón, miércoles 10 al viernes 12 de julio de 2002
Colegiata del Palacio de Revillagigedo


Resúmenes de las comunicaciones aceptadas
[18 junio 2002] (orden alfabético de autores)

Mar Domínguez (Madrid)
Al Jaazera: el reto árabe

La información mundial como fábrica de una ideología única para reducir nuestra libertad de pensamiento y opinión no contaba con la cadena de televisión qatarí por satélite Al Jazeera.

El panorama informativo ha cambiado, algo está pasando desde el nacimiento de esta pequeña emisora cuyas exclusivas hacen temblar tanto a los gobiernos árabes e islámicos como a los occidentales.

Sobradamente conocidas son las amenazas gubernativas y presiones diplomáticas para que sus noticias y programas se dobleguen a la noticia única, a la opinión única, a la imagen única, pero su rigor, su objetividad y su seriedad informativa la han hecho acreditarse como una verdadera ventana para conocer de primera mano el mundo árabe.

Y es que ha logrado algo insólito en los medios de comunicación árabes e islámicos hasta ahora sujetos a la censura de los Estados: convertirse en un foro democrático, liberal y abierto. Temas tradicionalmente considerados tabúes como el sexo, la participación política de la mujer o la gestión política de sus gobernantes son ya cotidianos en sus emisiones.

Mientras su voz suena, Al Jazeera refleja la más clara oposición a la manera de adoctrinar tradicionalmente a la humanidad y colabora a que ésta no pierda su capacidad de pensar libremente.

Marcela Falcó Tellechea (Méjico)
Dos hechos como referente del estado de las cosas en «la persona humana» México fin de siglo

Dos hechos que indiscutiblemente han sido motivo de polémica en la teleaudiencia mexicana son la visita del comandante Fidel Castro a la cumbre de Monterrey y Big Brother, dos situaciones totalmente diferentes pero que bien pueden ser referentes para un análisis sobre la fealdad social hoy y para que la sabiduría matice de belleza las contradicciones que por un lado nos demuestran a unas instituciones que ya no responden a la actualidad y dos, una lógica del sistema que se olvida de la historia, el decoro, la tolerancia y la intimidad. Dos hechos que nos sacuden a los que aún tendemos un puente entre lo que es y lo que pudiera ser.

Luis Guillermo Gago Fernández (Valladolid)
El inconsciente emocional como herramienta de control de los individuos por parte de los medios de comunicación

En una primera parte nos proponemos realizar unas breves consideraciones del concepto emoción-motivación tanto en su nivel consciente como inconsciente, centrándonos sobre todo en el estudio de la teoría que desarrolla el neurocientífico Joseph LeDoux en su obra El Cerebro Emocional, con el fin de establecer las fases neuronales de la acción humana no consciente.

Pasaríamos después, a abordar la idea de cómo quienes manejan los medios de comunicación pueden manipular la voluntad de los individuos, utilizando los recursos mediáticos para acceder a los mecanismos de percepción emocional inconsciente, con el fin de provocar en los receptores la aceptación de los valores y modelos deseados para beneficio de los intereses políticos o económicos.

Tomás García López (Madrid)
La polémica en torno a la televisión digital en España

Las recientes manifestaciones cruzadas, hechas por profesionales de la Política y de la «Cultura», tanto en el seno de las Instituciones públicas (Parlamento, Congresos ...), como a través de los Medios de comunicación, en relación a la fusión de las Plataforma digitales Canal Satélite Digital y Vía Digital, constituyen el «material antropológico» sobre el que esta Comunicación para los VII encuentros de filosofía en gijón (Televisión, política y cultura), pretende analizar y enjuiciar la polémica.

La controversia se remonta a los orígenes de las llamadas «Televisiones de pago» en España y tiene connotaciones tecnológica, económicas, políticas, jurídicas (caso Liaño)... y naturalmente filosóficas (ontológicas, gnoseológicas, antropológicas...)

Las publicaciones Televisión: apariencia y verdad (2000), Telebasura y democracia (2002), así como Primer ensayo sobre las categorías de las Ciencias Políticas (1991) y El mito de la cultura (1996) de Gustavo Bueno, me han permitido entrar en la acalorada discusión sobre Televisión digital en España con la intención de remontar su nivel fenomenológico.

Felipe Giménez Pérez (Madrid)
Los límites de la democracia y de la televisión

Si la democracia y la televisión tienen tanto que ver entre sí, procede averiguar o al menos esbozar los límites de ambas. Está claro en la doctrina constitucional clásica el asunto de los límites de la democracia. Lo que no parece tan claro a muchos teóricos doctos es el asunto de los límites de la televisión. Algunos le confieren a la televisión poderes absolutos, omnímodos y ello tal vez tenga que ver con la filiación formalista e idealista de la teoría crítica cultural de la televisión. De todos modos, tanto en el caso de la democracia como en el caso de la televisión, todo depende del concepto o representación que cada uno tenga de la democracia o de la televisión.

Ni la democracia ejerce un poder absoluto en las democracias liberales y ello por su componente liberal, ni la televisión manipula de forma inmisericorde a las masas. Parece que ni la televisión ni los medios de comunicación manejan tanto a las masas. Por lo cual no se comprende la obsesión de los miembros de las diversas élites políticas en competencia democrática por controlar los medios de comunicación.

José Mª Laso Prieto (Asturias)
Relevancia política de la televisión, como medio de Información y de manipulación ideológica y cultural

En su día V. I. Lenin sostuvo que, para los revolucionarios, el cine era una de las artes más interesantes. Se supone que tal tesis se basaba en que se trataba de un arte con gran capacidad de influencia ideológica y política sobre la conciencia social de las masas populares. Actualmente, la relevante función que la televisión desempeña en la información y formación de la opinión pública nacional e internacional, ha sobrepasado con mucho al papel que el cine puede jugar tanto en la lucha ideológica como en la formación de la conciencia política de la multitudes Por otra parte tal fenómeno no tiene lugar en abstracto, sino en un sistema político-social concreto en el que se han producido grandes concentraciones de capital, que posibilitan situaciones de monopolio de los medios de comunicación que hacen inevitable la hegemonía del denominado pensamiento único.

Teo Lozano Moreno (Valladolid)
La versión oficial

Un reciente estudio estima que casi 2,5 millones de españoles pasan frente al televisor nada más y nada menos que diez horas diarias y los chicos de edades comprendidas entre los 11 y los 15 años dedican a ver la tele un número de horas similar al tiempo que pasan en las aulas. Y por último, el 30% de la población española sólo se informa a través de la televisión. ¿Qué calidad tiene la información que reciben? ¿Somos conscientes de ello? ¿Qué impacto pueden llegar a tener las nuevas tecnologías contra la manipulación?

A menudo me pregunto por qué los periodistas creemos a pié juntillas las versión oficial sobre cualquier hecho, y no aplicamos las normas básicas de la profesión de contrastar, a ser posible por tres fuentes distintas, estas informaciones. Los Gobiernos, y también otras instituciones o entidades menos legitimadas, exigen que sus notas de prensa sean tratadas como si fueran la esencia misma de la realidad.

El sistema de producción impuesto por empresas de comunicación hacen prácticamente imposible que los redactores puedan realizar una labor, que sin duda, redundaría en la calidad de las noticias que ofrecemos cada día a la opinión pública. Ésta sería una de las causas, pero existen otras como la autocensura o el cómo se tratan determinados temas incómodos para el poder o para la propia empresa de comunicación en la que se trabaja. Una especie de neocensura que se oculta bajo mil caras.

Antonio Muñoz Ballesta (Murcia)
El lugar de la televisión en la Filosofía política

La Filosofía de la televisión de Gustavo Bueno (Televisión: apariencia y verdad y Telebasura y democracia) es un saber filosófico de segundo grado, frente a las meras ocurrencias psicologistas de los intelectuales como G. Sartori (Homo videns). Gustavo Bueno ha inaugurado, una vez más, un campo de la filosofía política apasionante, al establecer una nueva «analogía» del «Ente» para la sociedad política de comienzos del siglo XXI. El lugar de la televisión en la filosofía política hace referencia a la necesidad académicamente seria y rigurosa de contar con ella (y sus Ser) para la dilucidación de la presente realidad política (y el saber sobre ella). El lugar de la televisión es transcendental para conseguir pasar, en nuestras sociedades, de la hegemonía del vacío a la hegemonía de la liberación. Desde los presupuestos materialistas filosóficos de la filosofía política se replantean ciertas categorías implicadas en este complejo: «opinión pública», «democracia», «ideologías», «estatismos», «libertad política», &c., así como su influencia en la visión de la realidad, por ejemplo: a memoria histórica cuando se trata de la política internacional de EEUU se volatiliza fácilmente en nosotros por aquello que ya manifestara Federico Engels, «la clase trabajadora de Inglaterra piensa exactamente igual que la clase burguesa inglesa respecto a lo que está sucediendo en la India». Los condenables ataques de guerra terrorista contra las Torres Gemelas, del pasado 11-S, aprovechando la audiencia mundial de la televisión formal, tuvieron sus antecedentes. El «Imperio USA» utilizó antes que nadie la televisión y a la audiencia internacional en directo formal y material para sus propósitos de bombardeos de castigo a la población civil y, dirigentes de estados que consideraba «enemigo»: En 1986 tuvo lugar el primer bombardeo de la historia orquestado para aparecer en la franja horaria de mayor audiencia de la Televisión: el bombardeo a Libia y Gadafi; y este hecho «lo usaron los redactores de discursos del Gran Comunicador (Reagan) para recabar apoyo a los ataques de las fuerzas terroristas de Washington contra Nicaragua». Posteriormente siguieron la Guerra del Golfo &c.

Juan Carlos de Pedro Marinero
La televisión como acto estético

¿Cómo se percibe la televisión? ¿Qué es la percepción misma televisiva? Percepción, fantasía, conciencia constituyente imaginaria, memoria e intuición el tiempo, reproducción, simultaneidad, son «recursos» a los que estamos obligados, por la televisión misma, a recurrir para convertirnos, o reducirnos, o incluso invertirnos, en buenos receptores de las imágenes. ¿Cómo se constituye o cómo nos constituimos la sensación misma ante la televisión? ¿Mediante su carácter intencional reductivo? ¿Cómo se conjugan en televisión el par dialéctico: Plano fenoménico-Plano esencial? Las apariciones fenoménicas de las imágenes televisivas, ¿cómo llegan a constituirse en el espectador? ¿Se pueden acoplar las ideas relacionales, como esencias, y la realidad misma en una copia estética como imagen televisiva? ¿Cómo actúa la imagen? ¿No seremos, los espectadores, víctimas inconscientes, de un efecto calculado por televisión? ¿Se puede romper el efecto? ¿Se puede generar un sentido en acto al margen de la semejanza de la fábula televisiva y su posición de causas en el efecto?

Eliseo Rabadán (Cantabria)
Orden y conexión en la televisión

El título hace referencia a Espinosa y su célebre ordo et conexio. El sentido que le damos a esta relación es aplicado a la siguiente relación que establecemos a partir de los términos con los que opera la televisión.

Cuestionamos si el orden y la conexión entre lo que aparece en la TV es el mismo que el orden y la conexión de lo que existe en el mundo, concepto que consideraremos desde la perspectiva de Ensayos Materialistas del filósofo Gustavo Bueno.

Si la TV es clasificada como formal y material, la conexión entre los hechos tal como son mostrados a la opinión pública desde las cámaras de la TV, debe ser clasificada, pensamos, como una conexión distinta entre los hechos del Mundo y las apariencias de la TV que los muestran formal o materialmente (en directo o en diferido).

Dado que, como han mostrado autores como Chomsky y Hermann, los hechos son manejados por los que construyen la realidad de la TV, podemos concluir que hay una fabricación de la realidad de acuerdo con intereses políticos y económicos, que como intentaremos mostrar, están fuertemente vinculados y determinados por los propietarios de los medios en general y de la TV en particular. Con lo que el llamado modelo de propaganda de Chomsky puede ser un modelo que ratificaría el modelo propuesto por Gustavo Bueno en sus dos libros sobre TV.

Joaquín Robles (Murcia)
Televisión: ¿filosofía mundana o académica?

La Filosofía de la televisión de Gustavo Bueno no es un episodio de filosofía mundana como pretende J. B. Fuentes en su crítica de «Cuaderno de materiales», todo lo contrario: es una verdadera Filosofía académica. Para demostrar esta afirmación analizamos la perspectiva gnoseológica desarrollada por Bueno en Televisión: apariencia y verdad y la concepción del método filosófico expuesta en El papel de la filosofía en el conjunto del saber, Ensayos materialistas y Qué es Filosofía. Defenderemos la tesis de que las dos últimas entregas de Gustavo Bueno sobre la televisión antes de significar la «mundanización» o «vulgarización» del Materialismo Filosófico, constituyen un desarrollo (progressus) ejemplar de las tesis que sobre la filosofía ha venido manteniendo Gustavo Bueno desde los setenta. Al tiempo que damos beligerancia a la insostenible «antítesis» de Fuentes, reivindicamos, con Bueno, el papel de una filosofía de implantación política a la que, por necesidad interna, han de interesarle los fenómenos como la televisión y cualesquiera elementos presentes en el ámbito de lo «mundano».

VII Encuentros de Filosofía en Gijón

Los VII Encuentros fueron convocados en abril de 2002, y se abrió un plazo para presentar comunicaciones que se cerró con el mes de mayo de 2002, de acuerdo a las siguientes normas:

  1. Cada autor podrá presentar una Comunicación.
  2. La extensión de la Comunicación deberá ser superior a tres folios y no sobrepasar los quince folios (de dos mil caracteres).
  3. El comunicante deberá presentar su trabajo en los VII Encuentros, para lo que dispondrá de un tiempo de diez minutos.
  4. Quienes deseen presentar Comunicaciones a los VII Encuentros de filosofía en Gijón: Televisión, política y cultura, deberán ajustarse a los siguientes plazos: antes del 20 de Mayo de 2002 deberán hacer llegar a la organización el título y un resumen de diez líneas de la comunicación propuesta; antes del 15 de Junio de 2002 deberá enviarse el texto íntegro de la comunicación.
  5. Los organizadores se reservan el derecho de no aceptar propuestas de comunicaciones de acuerdo a rigurosos criterios de calidad científica o cuando los trabajos presentados no se ajusten a la temática prevista para los VII Encuentros.