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La Nueva España
Oviedo, viernes 13 de octubre de 2006
Sociedad y cultura
página 66

Gustavo Bueno. Filósofo, autor del libro Zapatero y el pensamiento Alicia

«ZP necesita un microscopio para ver
que la realidad es muy compleja»

«La Alianza de Civilizaciones es puro humo,
es un pensamiento fundamentalmente adolescente»

Gustavo Bueno, en su casa de Niembro / J. Pandal

Oviedo, Javier Neira

El filósofo asturiano Gustavo Bueno acaba de publicar un nuevo libro –sale a dos por año– titulado Zapatero y el pensamiento Alicia, en el que tras analizar la forma de argumentar del presidente del Gobierno concluye que es muy similar a los razonamientos de la heroína del inmortal libro de Lewis Carroll que siempre elude la realidad y vive en una nube de fantasías. En el caso de Zapatero, Bueno considera que, además, hay dolo, ya que trata de engañar a los ciudadanos.

¿Qué es el pensamiento Alicia?

—Está encarnado sobre todo en el presidente del Consejo de Ministros de España y en su grupo de colaboradores y grandes pensadores como Moratinos, Kofi Annan, un gran cerebro, Mayor Zaragoza o el ministro Aguilar. Estos pensadores tienen una filosofía. Así la llaman. La filosofía del Gobierno. Así, filosofía en el sentido mundano. Pero sobre todo prefieren hablar de pensamiento que les suena más profundo. En el libro trato del pensamiento Zapatero. Lo llamo así por analogía con el pensamiento Mao o con el pensamiento Gonzalo, el líder de Sendero Luminoso. Lo sistematizo tomando como referencia a «Alicia en el país de las maravillas» de Lewis Carroll.

¿Por qué?

—El personaje de Lewis Carroll es para el autor el prototipo de la chica bobalicona, ingenua y bien intencionada que dice las cosas sin reflexionar. No se da cuenta de las dificultades de la vida. Ve el espejo y quiere pasar al otro lado. Y pasa porque el espejo es blando, no requiere esfuerzo. Y al otro lado el fuego arde pero no quema y así mil cosas más.

¿Una utopía?

—No es un pensamiento utópico. El pensamiento utópico expone una sociedad y tiene conciencia de las dificultades de llegar a ella. Por eso las utopías están en islas o tras los montes. Al presentar las dificultades insuperables las utopías son profundas. Se ven las diferencias con nuestro mundo. Hay dificultades, no es un mundo ideal. Son una crítica del mundo real y con las dificultades de salir de ese mundo. Son realistas. Pero al contrario Alicia no ve dificultades. Es simplista. Es armonista. Si todos somos humanos ¿por qué vamos a reñir? No, millones de personas abrazadas. Si hombres y mujeres son iguales no debe haber diferencias respecto al matrimonio, así que valen los matrimonios homosexuales. Y de ahí que haya progenitor A y B. Y encima progenitores de adoptados. Es un discurso coherente formalmente. Pero en política a veces lo mejor es no ser coherente. Es un discurso especulativo. Logran así salir del paso. Proclaman el pacifismo aunque ahora hay más tropas actuando fuera de España que nunca. No, dicen, es en misiones de paz. ¿Y las ametralladoras y los tanques? Vamos hombre, no fastidien.

En esta clave usted analiza en su nuevo libro diversos aspectos de la actualidad como la polémica sobre los simios.

—Los simios, dicen, como tienen semejanzas de cromosomas con los hombres son personas. No ven las dificultades de esa afirmación. Lo ven todo muy claro. El pensamiento Zapatero está ligado al pensamiento de Sanz del Río. Al krausismo. A la Institución Libre de Enseñanza. Al ideal de la humanidad de Sanz del Río. Es puro pensamiento Alicia. No ven las dificultades. Así todo da gusto. Se puede hacer una historia del pensamiento Alicia. Como hay historias del pensamiento. Hay catedráticos de Historia de la Filosofía y catedráticos de Historia del Pensamiento. Por cierto, la mayor parte de Historia del Pensamiento es Historia del Pensamiento Alicia.

¿Y el feminismo?

—«Como mujer no tengo patria, mi patria es la humanidad», dijo ZP en un congreso de mujeres citando a Virginia Woolf. O «la Alianza de Civilizaciones es un paso obligado para alcanzar la paz universal». Y la gente lo traga. Qué bien. Todos los hombres nos abrazamos. Pero si no se da cuenta de las dificultades se trata de frases y gestos de mala fe. Es un discurso encubridor y cómplice. Y desprecia al otro. Se ve en los debates en las Cortes. El PSOE e IU encapsulan las tesis de Rajoy y las descalifican. En vez de atacarlas directamente las consideran absurdas. Y se comportan como cuando se habla con un loco. Lo encapsulamos, no entramos en lo que dice y como está loco pues eso, que se desahogue. Lo decía Pepiño de Rajoy no hace mucho, «que se desahogue un poco».

¿La Alianza de las Civilizaciones es pensamiento Alicia?

—El propio Zapatero dice que recibió una especie de revelación en la ONU, en Nueva York. Aristóteles afirma de Jenófanes que «levantando los ojos al cielo dice: el ser es uno». Aristóteles tiene mucha carga irónica. Pues ZP, lo mismo: levantando los ojos al cielo ve que los hombres y las civilizaciones deben aliarse. Arrastró a esa alianza a Kofi, al Grupo de Alto Nivel y a muchos más. Es típico pensamiento Alicia por el simplismo, porque da muchas cosas por supuestas. La idea de la Alianza de Civilizaciones parece una ecolalia en espejo del Choque de Civilizaciones, de Huntington. Ecolalia en espejo como cuando le dicen a un niño que guapo eres y responde, que feo eres. No considera qué son las civilizaciones. Unas entidades tan abstractas ¿cómo se alían? A la civilización occidental, por ejemplo, ¿quién la puede representar?, ¿el Papa, el presidente de Alemania, el presidente de Francia, Bush? Y ¿quién representa a la civilización musulmana?, ¿el imán de Bagdad? Esas preguntas no se responden. Todo se fija en aliarse. Es la idea de Krause y la masonería, la alianza de la humanidad. Lo echaron de la masonería y después lo reivindicaron los masones. Y esa idea de Krause llega a través de la Institución Libre de Enseñanza. La Alianza de Civilizaciones es puro humo. El humo, claro, es muy expansivo. Y por eso mucha gente piensa, qué bien, en vez de guerras, alianzas. Y todo queda en visitas de diplomáticos y políticos para tratar problemas de fronteras o comerciales. Lo que se hace siempre. Es redundante. Pero se cubren las espaldas «ya lo dije yo». Y si algo sale mal «es que no os habéis aliado». Un sinsentido. Es un pensamiento fundamentalmente adolescente.

En cualquier caso Zapatero se gana a mucha gente.

—El pensamiento Alicia va acompañado de la sonrisa permanente del autor. Tranquiliza así a la gente. Nunca pasa nada. Nada de catastrofismos. Todo va bien.

El humanismo está en alza desde los presupuestos políticamente correctos.

—El humanismo es la única ideología decente, dicen. El género humano es la Internacional que cantan IU y la UGT. Tengo discos de la UGT cantando lo del género humano. Siempre me hizo mucha gracia. Es una idea teológica. Todos somos hombres luego lo que cuenta es el humanismo. Ni la naturaleza ni Dios. Ya es hora de dejar de ver al hombre desde Dios o desde la naturaleza. Sólo desde el hombre. Es la medida de todas las cosas. De ahí las polémicas sobre las humanidades. El caso es cultivar la humanidad. Es puro pensamiento Alicia porque se da por supuesto lo que se quiere demostrar. Se cree que el hombre tiene una serie de características, desviadas por la mala fe o la estupidez y que basta con regresar a las fuentes, al humanismo, para que todo vaya bien. Pero ese hombre originario nunca existió. El concepto de humanismo es de Cicerón fundamentalmente. Los ideales del humanismo están en relación a lo que pertenece a la humanidad. ¿Y qué pertenece a la humanidad según Cicerón? Lo que no pertenece ni a los esclavos ni a los animales, sino a los hombres: hablar latín bien, conocer la filosofía griega y hacer poesía. Me parece bien pero ése es realmente el ideal del patricio romano. Al regresar al fondo del hombre no se encuentra el humanismo porque no hay tal humanismo.

En su libro aborda el franquismo.

—He procurado ofrecer una teoría del franquismo. No se trata de atacarlo o defenderlo, sino de verlo en el conjunto de la historia de España. ¿Por qué se produjo? No tiene sentido el maniqueísmo. Franco fue un asesino, un imbécil y viceversa. Trato de dar una teoría donde la idea principal es marxista. Desmonto la mitificación de la II República donde España llegó a la democracia pura que fue segada el 18 de julio. La verdad es que II República no fue nada, no duró nada, la contestaron inmediatamente los anarquistas del Alto Llobregat, después en Casas Viejas y en octubre del 34. No tuvo unidad. Es un fantasma. Y tenía planteada la lucha de clases. Había hambre y analfabetismo no como ahora. Ni fue legal al proclamarse. La II República es un episodio tras la dictadura de Primo de Rivera. Sin embargo aseguran que tras la guerra se regresa a la Edad Media. Pero no se produjo una acumulación capitalista, en los términos de Marx, que puso a España en el décimo lugar económico mundial. El franquismo permite la acumulación capitalista. Como ocurrió en esos años en la URSS y China. La transición fue la metamorfosis del franquismo, no hubo un corte abrupto.

¿En qué consiste el pensamiento Alicia respecto al franquismo?

—El simplismo del dualismo maniqueo. Franco, el mal y lo otro, el bien. El bien no debía haber perdido. Fue una injusticia. Y se trata de recuperar 70 años después la victoria. ¡Pero si perdieron la guerra! Es que ayudó Alemania, alegan. Y a los otros, Rusia, añado. El simplismo está en ese maniqueísmo.

Alicia no se considera muy española...

—Mezclan nación política con nación cultural y con nación étnica. En el fondo no hay fronteras porque se trata de la humanidad, dicen. El federalismo de Pi Margall. Y del krausismo. ZP dice que no hay fronteras, que todos somos hermanos. Ya nos unimos en Europa. El pensamiento Alicia ve las naciones como cantidades despreciables. Lo que cuenta son otras fuerzas. Anega la especie en el género. Sólo cuentan las unidades supranacionales como la UE o la Alianza de Civilizaciones. Pero en la historia política y real, la nación ha sido y es decisiva. El pensamiento Alicia, sin embargo, la ve como si ya no existiese.

¿Cuál es el antídoto frente a esas fantasías?

—Ver que las cosas son complejas. Una gota de agua a simple vista es la cosa más sencilla, pero si la miras al microscopio es muy compleja. Hay que ver la estructura compleja de lo real. ZP necesita un microscopio para ver que la realidad es muy compleja. Es la única forma de no ser imbécil. Me indigna que maneje simplismos para gobernar y engañar.

«El pensamiento Zapatero está ligado al pensamiento de Sanz del Río, al krausismo»

«La II República no fue nada, no duró nada, la contestaron inmediatamente los anarquistas»

 


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