Proyecto Filosofía en español Hemeroteca
La Nueva España
Oviedo, Martes, 14 de diciembre de 1999
Sociedad y Cultura
portada + página 48

Bueno apasiona con sus meditaciones sobre España
Gustavo Bueno mueve pasiones con sus meditaciones sobre España. El filósofo presentó ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA su última obra, «España frente a Europa», editada por Alba, empresa del mismo grupo que este periódico. El salón estaba abarrotado. Entre los que siguieron el acto se encontraba el consejero de Cultura, Javier Fernández Vallina. «España frente a Europa» es «una sinfonía compleja y una pieza de reflexión filosófica que hace polvo muchos mitos y tópicos», dijo el presentador del autor y de su libro, Bernardo Fernández, ex vicepresidente del Principado. Bueno, con una energía inusual para sus 75 años y sin papeles, disertó durante casi hora y media ininterrumpidamente sobre la esencia de España. En la imagen, el profesor se dirige al repleto auditorio.

CLUB PRENSA ASTURIANA DE LA NUEVA ESPAÑA

Una meditación sobre la esencia de España. Este fue el contenido de la conferencia que, durante casi hora y media, pronunció ayer el filósofo Gustavo Bueno en un abarrotado Club de Prensa Asturiana con motivo de la presentación de su último libro, «España frente a Europa», publicado por Alba, editorial del grupo de LA NUEVA ESPAÑA. Entre mordaces críticas a los nacionalismos, Bueno defendió una idea de España que supera el concepto de nación y no supeditable a su integración en la UE. «España ha sido un imperio desde siempre, al menos desde Covadonga», afirmó el catedrático jubilado de la Universidad de Oviedo, quien sentenció que «un español no puede ser neutral al hablar de España».

Gustavo Bueno:
«Un español no puede ser neutral al hablar de España

El filósofo presentó su libro «España frente a Europa» reivindicando el carácter imperial de nuestro país, «al menos desde Covadonga», y con ácidas críticas a los nacionalismos.

Gustavo Bueno, flanqueado por Bernardo Fernández –a la izquierda– y Lisardo Lombardía, durante su intervención.
Oviedo, Pablo ÁLVAREZ

«Ser español es un modo de estar distinto de los demás» y «España ha sido un imperio desde siempre, al menos desde Covadonga» son dos de las ideas expuestas por Gustavo Bueno que sintetizan, con más o menos precisión, la intervención del catedrático jubilado de la Universidad de Oviedo.

Más o menos, porque las continuas digresiones y las permanentes referencias a la actualidad, casi siempre teñidas de ironía, hicieron de su intervención –en un local totalmente abarrotado, con la presencia, entre otros, del consejero de Educación y Cultura del Principado, Javier Fernández Vallina– algo mucho más que una simple presentación de un libro llamado a suscitar la polémica en cada una de sus páginas.

«España es un problema filosófico, una entidad que se hace históricamente y que no se puede despachar en dos palabras, como ocurre con la pregunta ¿qué es Suiza? o ¿qué es el Benelux?», afirmó Bueno, de pie, sin papeles, atropellando las ideas y agitando los brazos, con una energía poco común en una persona de 75 años. «Desafío a cualquiera a que trate de dar una respuesta a la pregunta ¿qué es España? sin recurrir a la filosofía. Es imposible», sentenció el filósofo riojano afincado en Asturias.

Y continuó: «Siendo español no se puede tener una posición neutra al hablar de España. Nadie puede ser neutral hablando de sí mismo». De hecho, tampoco Bueno aspira a la neutralidad. «Mi posición ante España es absolutamente partidista, aunque eso no significa inventarse la realidad», indicó el pensador, quien hizo gala de su combatividad con afirmaciones tan rotundas como ésta: «No se puede tolerar que alguien sonría ante quien plantea los problemas de España».

Sobre estas líneas, el consejero de Cultura del Principado, Javier Fernández Vallina –en el centro–, entre los asistentes al acto.

Contra el nacionalismo

Una de las líneas argumentales de Bueno fue la pulverización de los planteamientos nacionalistas y regionalistas. Las diversas proclamas separatistas, con particular incidencia en las provenientes del País Vasco, fueron el blanco de algunas de sus más agrias diatribas. «Tratar de meter el espíritu en un ser como Otegui es como intentar meter la cultura a un perro haciéndole masticar libros».

Y es que el pensador, que también criticó a quienes supeditan la relevancia de España a su pertenencia a la Unión Europea, sostiene que dar vueltas a la idea de España como nación equivale a entrar de lleno en la «trampa del tablero nacionalista, como si la identidad de nación fuera la única estructura que España puede tener».

No niega el filósofo que España sea nación, pero recuerda que antes de que naciese el concepto de nación política, ya España llevaba siglos configurada como una unidad. Por ello concluye que «España ha sido un imperio desde siempre, al menos desde Covadonga y concretamente desde Alfonso II». El pensador precisó que la historia de España se puede «reconstruir totalmente» desde la idea de imperio. Vivimos actualmente «en el naufragio de los grandes imperios», pese a lo cual, aun hoy día, «ser español es un modo de estar distinto de los demás».

«El libro hace polvo multitud de mitos y tópicos»,
dice Bernardo Fernández

Oviedo, P. Á.

«Un filósofo español». Así definió ayer a Gustavo Bueno el profesor de Derecho Comunitario Europeo de la Universidad de Oviedo y ex vicepresidente del Principado, Bernardo Fernández. En su discurso de presentación del pensador y de su más reciente obra, Fernández destacó que Bueno es «el autor de un verdadero sistema filosófico, el materialismo filosófico», y que, además, «ha creado escuela, la "escuela de Oviedo"».
«Un filósofo mundano, posiblemente el filósofo español de la segunda mitad del siglo», señaló Bernardo Fernández en su glosa de la figura del jubilado catedrático de la Universidad de Oviedo, cuya obra considera «una prueba de que el español es una lengua especialmente dotada para la reflexión filosófica».
Entrando ya en el análisis de «España frente a Europa», Fernández lo calificó de «ejercicio de materialismo filosófico que intenta responder a la pregunta ¿qué es España?». Pero el libro es más. Es «una sinfonía compleja y una pieza de reflexión filosófica» que, a lo largo de sus páginas, «hace polvo multitud de mitos y tópicos», subrayó el ex vicepresidente del Principado.
Para Bernardo Fernández, «sin la lectura del libro de Bueno es imposible dar respuestas profundas» a cuestiones de gran actualidad, como son el conflicto vasco o la ampliación de la UE. «No dudé ser mal alumno de Filosofía del Derecho para ser alumno de Bueno», indicó Fernández, rememorando sus tiempos de estudiante de Derecho y sus escapadas a las sesiones del filósofo.

 


Fundación Gustavo Bueno
www.fgbueno.es